Los comerciantes del puerto, muy enfadados con Vila por su cambio de opinión sobre es Martell

@L.A./Los vecinos y comerciantes del puerto de Vila están más que enfadados por el último golpe de timón que ha dado Ayuntamiento de Eivissa con respecto a la reforma de la fachada marítima. Acusan al Consistorio de utilizarles como “moneda de cambio” y critican el giro que ha dado ahora  el equipo de gobierno para rechazar el edificio de 600 metros cuadrados proyectado por Autoritat Portuària de Balears (APB), una edificación que se había acordado «hace dos años».

El peor escenario para los comerciantes es que el ente portuario cumpla su amenaza y deje el viejo edificio que hay en la actualidad. “Ese monstruo”, como califica el presidente de la Asociación de Vecinos y Comerciantes, Enrique Weckler, a este inmueble, en el que se podrían ubicar “locales comerciales, restaurantes o cafeterías, que van en detrimento del puerto”, ha advertido.

“Parece que somos una moneda de cambio, los políticos no piensan en los comerciantes ni en la asociación del puerto. Nosotros queríamos una plaza y se aceptó el edificio que se iba a hacer al fondo (de es Martell) de 600 metros cuadrados. Dime en qué afecta para una plaza de 9.000 metros un edificio de 600 metros cuadrados, que además es normal que quiera hacer Autoritat Portuària porque lo necesita para funcionar y poner sus oficinas”, ha señalado Weckler.

Para el presidente de la agrupación, que Autoritat Portuària instale tiendas o bares en el nuevo edificio no es competencia para los comerciantes del puerto. En cambio, sí lo será que aproveche el antiguo inmueble, de casi 900 metros cuadrados y dos plantas, porque en este espacio pueden caber más tiendas, bares o restaurantes.

Pero lo que más ha enojado a la asociación es el cambio, de un día para otro, de un proyecto que ya estaba acordado. Preguntado por si la situación ideal sería que en es Martell solo hubiera un plaza pública, como ya pedía la oposición de Vila, y ahora también el equipo de Gobierno, el representante vecinal ha respondido: “Lo ideal es que los proyectos que se aceptan en su momento no se estén variando por política. Se dijo que sí, se aceptó en su día la plaza con el edificio al fondo, y ahora tenemos la amenaza de quedarnos sin plaza y con ese monstruo que hay ahí. Y con la consecuencia de que Autoritat Portuària pueda hacer en ese edificio enorme, boutiques de súper lujo, restaurantes en la parte de arriba, o lo que quiera”, ha criticado Weckler.