@Noudiari / No hay ganadores ni perdedores. Aquí lo único que importa es pasarlo bien y practicar su deporte preferido. Unos 400 niños de toda Ibiza participaron este domingo por la mañana en la segunda edición de las Olimpiadas escolares, que se incluyen dentro del programa de actividades del Día de les Illes Balears y que recuerdan, a pequeña escala, el espíritu olímpico.
Las distintas escuelas municipales y clubes de la isla respondieron en gran número a esta cita, que reunió a trece modalidades deportivas distintas, entre las que se encuentran fútbol, fútbol sala, tiro con arco, pádel, atletismo o voleibol, entre otras.
«La filosofía de las olimpiadas es que todos los niños participen y que compitan, pero de una manera deportiva y en donde lo que prima es que se lo pasen bien y se diviertan. También es una oportunidad de ver que en la isla de Ibiza hay muchos niños que empiezan a practicar deporte y que el deporte de base está muy vivo», afirma Juan Antonio Cuesta, coordinador de la escuela de tiempo libre y animación de S’Espurna y responsable de estas olimpiadas.
El trabajo para llevar a cabo esta actividad, con muchos participantes en deportes diferentes y que requieren distintas instalaciones, es bastante complicado. «Es mucho jaleo, porque hay que contactar primero con 15 o 16 Federaciones, clubes, escuelas municipales y Ayuntamientos. Después hay que buscar las distintas instalaciones. La inauguración y la entrega de trofeos se ha hecho en las pistas de atletismo de Can Misses, pero también hemos utilizado las pistas de Es Viver, Blancadona, Es Cubells y los dos campos de fútbol de Vila», comenta.
Un centenar más
Todo ese trabajo ha tenido su recompensa y la jornada ha sido todo un éxito. «Hemos mejorado casi en cien participantes con respecto al año pasado en la primera edición, que se celebró en Sant Josep y que contó con 300 participantes. Esto es positivo y significa que cada año vamos a más y que a la gente le gusta participar en estas Olimpiadas escolares», añade Cuesta.
Cada escuela municipal se ha llevado un trofeo de recuerdo, mientras que cada participante recibía un diploma olímpico que acreditaba su participación en el evento. Por el momento, es sólo un simulacro pero, dentro de unos años, quién sabe si alguno de estos niños no estará en unos verdaderos Juegos Olímpicos.