@Julio Herranz/ La Unesco declaró hace ya algunos años que el 21 de marzo, justo cuando entra la primavera, sea reconocido como el Día Internacional de la Poesía. Un detalle de agradecer para promocionar un género literario tan frágil, hermoso y necesario siempre, máxime en estos tiempos materialistas, insolidarios y tan necesitados de refugios íntimos en los que salvaguardar la sensibilidad, el arte, la reflexión y el sentimiento; servidos por la palabra inspirada y justa, esa que no se vende ni se deja chantajear por el poder de turno. Me refiero, claro, a la que es buena poesía, la que escriben los buenos poetas, porque la otra no merece tal nombre ni consideración. Aunque la valoración aquí siempre tiene mucho de subjetiva y es tarea ingrata, y a menudo sospechosa, establecer algún tipo de canon que oriente al lector para seguir un criterio fiable con el que desarrollar un sentido crítico solvente para que no nos den gato por liebre.
Un detalle de agradecer para promocionar un género literario tan frágil, hermoso y necesario siempre, máxime en estos tiempos materialistas, insolidarios y tan necesitados de refugios íntimos en los que salvaguardar la sensibilidad, el arte, la reflexión y el sentimiento.
La iniciativa de la Unesco caló pronto en Ibiza, gracias al empeño cómplice de algunos poetas y responsables culturales. A destacar, de estos últimos, la labor de la la bibliotecaria del Ayuntamiento de Vila, Fanny Tur, quien un año más organiza en la Biblioteca de Can Ventosa el programa ‘Tardes de poesia: març, mes de la poesia’, al que he sido invitado a participar varias veces, sin favoritismo tampoco, pues Fanny sabe repartir con equidad el protagonismo de los culturetas locales, tanto en catalán como en castellano, dependiendo de cuál sea el pretexto de la convocatoria. Normalmente, efemérides redondas de autores meritorios, tal es el caso de la que comento hoy en este rincón.
Así, la propuesta para celebrar el Día de la Poesía de 2015 tendrá lugar el próximo viernes 20 (a las 20,30 horas) en la Sala Villangómez de Can Ventosa y consistirá en un recital poético mano a mano entre Ben Clark y uno mismo sobre la obra de José Bergamín, Ángel González y Jaime Gil de Biedma; tres poetas de los que este año se cumplen fechas remarcables. Para mí, la que más es la del último: 25 años de su muerte a causa del sida; porque la viví en unas circunstancias singulares que, creo, he contado ya en Noudiari.es. En cuanto a la de los otros dos, no tengo ganas ahora de mirar la wikipedia; ya lo precisaremos en la velada lírica, a la que están todos ustedes invitados.
No será la primera vez que recite al alimón con el amigo Ben; y siempre es un placer hacerlo, porque ambos procuramos servir la poesía al oyente con las armas ‘técnicas’ adecuadas para que le llegue como el poema merece; sobre todo, procurando no cansarle. Al contrario, dejándole más bien con ganas de escuchar un poco más antes que un poco menos. Y en este caso, al tratarse de tres autores, resultará más fácil encontrar textos apropiados que emocionen al auditorio, que es de lo que se trata finalmente.
La propuesta para celebrar el Día de la Poesía de 2015 tendrá lugar el próximo viernes 20 (a las 20,30 horas) en la Sala Villangómez de Can Ventosa y consistirá en un recital poético mano a mano entre Ben Clark y uno mismo.
De los tres, el más difícil de seleccionar me está resultando Bergamín, pues su poesía ha envejecido bastante para mi gusto. Acaso por esa querencia suya por el cristianismo ‘comunista’ y una debilidad lírica hacia el Romanticismo patrio que huelen algo a naftalina. Pero vamos, aún así tiene poemas que aún resisten bien su exposición pública. Mucho más fácil lo tenemos con los otros dos, poetas por los que tanto Ben como uno sentimos una devota afición. Nos son más próximos, por su inteligencia, talento e ironía; y con los que la gente de nuestros días conecta a la primera, como hemos comprobado a menudo. En fin, éso, que a ver si nos vemos el viernes en Can Ventosa y brindamos por la salud de la poesía, más fuerte de lo que pudiera parecer en principio.