@B.R./ El mundo ‘runner’ de las Pitiüses puede empezar a temblar. Sí, aquellos que se dedican a hacer triatlones y combinaciones deportivas de estas que dejan a uno exhausto tras poner su cuerpo al límite, también. Les ha salido un gran competidor. El presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, ha dado muestras hoy en su visita a Eivissa de ser un gran especialista en esto del sprint. Lo malo, y eso conlleva lesión segura, es que parece que nadie le ha enseñado a gestionar el ritmo de la carrera.
Durante los cuatro años que ha durado su legislatura, poco o nada hemos sabido del ejecutivo balear. Solo aquella manida frase de la herencia recibida, la crisis económica y poco más. Pero las cosas han cambiado de una parte atrás a ahora.
Primero fue, hace no mucho, el anuncio de la licitación de la radioterapia. Una gran noticia al ser una reivindicación histórica de las Pitiüses. Servicio del que aún no tenemos noticia alguna de su puesta en marcha. Hoy, el presidente del ejecutivo balear ha llegado a Eivissa cargado, como si de un Rey Mago se tratara, con un saco repleto de gestos bien intencionados. Depuradora nueva, emisario nuevo, licitación de la escoleta de Sant Ferran, nuevo deslinde de Formentera y finalización de las obras del segundo instituto de Santa Eulària. No sé si me dejo algo en el tintero.
Lo increíble es que, paradójicamente, las tramitaciones de todos estos asuntos, que son reivindicaciones históricas (no lo digo yo, así ha calificado Bauzá cada uno de los temas tratados en sus comparecencias), han coincido en el tiempo a la hora de ver la luz.
Algunos mal pensados dirán que se trata de la proximidad de las elecciones. Ni por asomo. Se debe tratar de una simple coincidencia.
Hoy, en la ultramaratón que se ha marcado Bauzá, que no sé si es pronador o supinador porque no me ha dado tiempo a fijarme en cómo pisa, ha demostrado que no tiene miedo alguno a lesionarse. Que lo importante es empezar a correr sin saber ni cómo ni cuándo se llegará. Y así, a pesar de que la depuradora ni tan solo ha empezado la tramitación para licitarse, ni el emisario ha superado aún el dictamen de la Comisión de Medio Ambiente, ni el colegio de Sant Ferran tiene fecha para empezar a adjudicarse, Bauzá ha llegado a las Pitiüses a darlo todo, esprintando desde el minuto cero. Y tal ha sido la motivación con la que ha llegado el presidente, y de la que todos se han impregnado, que la alcaldesa de Vila, Virginia Marí, que no estaba previsto que asistiera, ha abandonado el pleno para presenciar el paseo triunfal de Bauzá.
Sin saber cómo acabará el ultramaratón, el presidente del ejecutivo ha conseguido, al menos, acaparar la atención de las cámaras y ser el protagonista del día, sin mostrar en ningún momento flaqueza y aún sabiendo que le quedan dos meses justos para llegar a la meta. Y a todo esto, los representantes del Consell de Formentera sin poder aplaudirle a su paso por no estar invitados a la carrera.
Corredores abridle paso a Bauzá, que está motivado.