@Noudiari / La vida a todo tren que lleva en Ibiza Guy Laliberté, fundador del Circo del Sol, es el eje central sobre el que gira hoy un reportaje publicado por Vanitatis en el que se relatan algunas de las fiestas millonarias que organiza en su casa de Sant Josep de sa Talaia, una mansión con tres piscinas y monolitos con incrustaciones de oro, entre otras excentricidades.
Laliberté es uno de los ejemplos más claros de éxito y escalada social a base de trabajo, apunta Vanitatis. «Payaso de mente inquieta, su necesidad de conocer mundo le hizo salir de su casa a los 14 años con un objetivo: ganar dinero con el arte callejero».
Y lo consiguió. Aunque la leyenda esquiva cómo logró abandonar Quebec para convertirse en uno de los empresarios más ricos, con una fortuna estimada, según Forbes, en 1.800 millones de euros. Su cuenta corriente conseguirá algún millón más ahora que ha puesto en venta el espectáculo circense. Pero ¿en qué gasta el dinero Guy Laliberté?
‘Casita’ en Ibiza
A vista de párajo, la vivienda que Guy Laliberté compró en Ibiza tiene tres piscinas y carece de vecinos alrededor. La casa, situada al oeste de la pitiusa, es una magnifíca construcción que sigue la arquitectura ibicenca con dos plantas y paredes encaladas. Cuenta con varios jardines, una piscina de un solo carril para nadar y una casa de invitados con su propia piscina. Solo el terreno de su casa tiene un coste en el mercado de más de 3 millones de euros, explica Vanitatis.
Viajar al espacio fue uno de los primeros caprichos de Laliberté. Lo hizo en 2009. Por entonces, Laliberté, que tenía 50 años, desembolsó 24 millones de euros por viajar a bordo de la nave Suyoz desde Kazajistán hasta la Estación Espacial Internacional. El billete incluía cuatro días de viaje (ida y vuelta) y diez en la estación. Además, Laliberté se convirtió en el séptimo turista espacial. Antes de despegar a bordo de la aeronave posó vestido de astronauta con una nariz de payaso, recuerda el reportaje.
Fiestas ibicencas
La publicación cuenta con detalles una de sus fiestas más sonadas en la isla, entre otros aspectos de su vida en la isla. «Si Cristina Macaya es la perfecta anfitriona de Mallorca, no estar en las fiestas de Laliberté es no ser nadie en Ibiza. El empresario tiene una espectacular vivienda frente a la isla de Es Vedrá. En esa casa ha pasado los veranos con Rizia Moreira y con Claudia Barilla, su primera y segunda mujer, madres de sus cinco hijos. Carlos Martorell describió la fiesta que Laliberté dio el pasado verano en su blog de ¡Hola!»
Para la ocasión, relata Vanitatis, Laliberté contrató al DJ de Buddah Bar de París, Claude Challe; llenó la casa de gogós, mimos y actores que entretenían a los asistentes; colgó una bola de discoteca con forma de corazón en el jardín y proyectó imágenes en 3D en la fachada de su casa. El catering contratado incluía a camareros que se paseaban por el jardín abriendo ostras a los invitados, cascadas de chocolate y diferentes barras con bebidas. Una fiesta con un presupuesto de varios millones de euros que se prolongó hasta el día siguiente.
Vibraciones de quilates
Desde el pasado verano, prosigue el reportaje, además del Mediterráneo, Laliberté ve desde su casa una escultura que ha colocado frente a Cala Llentia, donde vive. Guy plantó 13 monolitos de basalto de entre 10 y 20 metros formando un círculo. ¿La razón de edificar eso? Transmite “vibraciones magnéticas muy fuertes”, según explicó Laliberté en una entrevista.
A él y a su mujer les encanta admirarlo desde su casa y quieren que los turistas también perciban esa sensación. Laliberté quería representar el movimiento de los planetas alrededor del sol. Por eso, el monolito central está coronado por centenares de quilates de oro.
Está claro que soy un don nadie en Ibiza. Aparte de no haber ido nunca a una de sus famosas fiestas, no sabía ni quien era el tal Laliberté
Ya somos dos.
… tres