@Carlos Vidal / Primero fueron MRC y Los Zigarros, después, los fuegos artificiales y, por último, Siniestro Total. El grupo gallego puso la traca final en la vigésimo primera edición del Sant Pepe Rock, en una noche tan multitudinaria como, por qué no, nostálgica.
La formación que lidera Julián Hernández, desde 1981 en la carretera, se ha convertido en un auténtico clásico del rock español. Quien más y quien menos ha bailado algunos de sus temas, tan reconocidos como reconocibles.
Pero algo es dejarse llevar por la nostalgia y otra cosa es dar la espalda al presente. Siniestro dosificó a la perfección sus clásicos e incluyó muchos temas no tan conocidos y más actuales, por eso de ir ganando para la causa a una nueva audiencia.
Sin embargo, para muchos, y yo me incluyo entre ellos, el momento más especial de la noche es cuando tocaron canciones atemporales como Miña terra galega, Ay, Dolores o su versión de Obús, otra de las leyendas que nos visitarán próximamente, Vamos muy bien. Nostálgico que es uno.
Pero aunque Hernández y compañía eran el plato fuerte del Sant Pepe Rock, tampoco hay que olvidar a los otros grupos. MRC, el nuevo proyecto del excantante y guitarrista Dark Elf, puso la nota local con un derroche de energía y decibelios para presentar su primer trabajo, Universo limitado (2015).
Los Zigarros, por su parte, también gustaron mucho con su rock visceral y contagioso procedente de Valencia. No es por nada, pero un grupo que se despide con una más que notable versión de My Generation de The Who, se merece todos los respetos.
Tras un pequeño descanso para poder ver, de lejos, los fuegos artificiales, el párking de Cas Vildu ya estaba completamente abarrotado cuando empezó a sonar el intro con Encuentros en la tercera fase y la melodía de Corrupción en Miami. Julián Hernández (cantante y guitarra), Javier Soto (guitarra), Ángel González (batería), Jorge Beltrán (saxo y teclados) y Óscar Avedaño (bajo), es decir, Siniestro Total, salieron al escenario pasada la medianoche.
Por delante quedaba una hora y pico de diversión y buena música con temas como Chusma, España se droga, Tumbado a la bartola, Emilio Cao y muchos más. Era la traca final de una noche llena de rock and roll. Lo dicho, unos clásicos.