La Asociación Soy de la Cuesta es una iniciativa ciudadana que nació en la primavera de 2019 con el objetivo de revitalizar la centenaria feria de libros permanente de Madrid, hoy conocida como la «Cuesta de Moyano». Ubicada junto al Real Jardín Botánico, comunicando la Glorieta de Carlos V y el parque de El Retiro, esta vía peatonal cuenta con unas 30 casetas abiertas todo el año con una amplísima oferta de libros antiguos, curiosidades, piezas de coleccionista y libros asequibles de segunda mano.
Como cada año por el Día del Libro, la asociación distingue a escritores, críticos y cineastas como Socios de Honor por su pasión por las letras y su labor de apoyo a las librerías.
Este año, un ibicenco se suma a la ilustre lista, ya que le poeta Ben Clark, recientemente distinguido con el Premio Nacional de la Crítica al mejor libro de poesía en castellano publicado en 2023, por Demonios (Ed. Sloper), ha sido nombrado Socio de Honor.
Lo hace, además, en un año en el que se suman a la lista nombres tan ilustres dentro del campo de las letras que han demostrado su cariño a las librerías de la Cuesta de Moyano como Irene Vallejo, Carlos Bardem, Milena Busquets, Berta G. Faet, Máximo Huerta, Sabina Urraca, Manuel Vilas o Edu Galán, entre otros.
Se suman así a nombres ilustres de la literatura y las letras como los de Arturo Pérez-Reverte, Rosa Montero, Fernando Aramburu o Javier Sierra.
El poeta ibicenco, que ayer celebró Sant Jordi firmando libros en Barcelona, en la caseta de la editorial Sloper, ha calificado de «un honor y una alegría ser Socio de Honor de Soy de la Cuesta. La mejor manera de celebrar el Día del Libro.
«Hoy son todos socios de honor de la Asociación Soy de la Cuesta, junto a otros 70 socios de varias partes de España y Europa, que se suman a los más de diez mil seguidores en las redes sociales», destacan por su parte desde la asociación.
La Asociación Cuesta del Moyano busca preservar este lugar tan singular, una feria permanente de libros en Madrid que se remonta al año 1925.
Entonces ya existió una iniciativa de intelectuales de la época, capitaneados por Pío Baroja, que pidió a la municipalidad que dedicara todo su mimo a aquellos puestos de libros.
«No son pocas las dificultades que hoy afronta un lugar tan emblemático de la cultura, de nuestra ciudad y de Europa. Moyano ha llegado a su centenario pasando por la crisis más insospechada de su historia: varias casetas cerradas sin librero son el ejemplo», lamenta.
Pero reivindican que la Cuesta de Moyano «es un lugar único en España y en Europa donde el acto de comprar un libro es un ritual que va acompañado de una conversación, del reencuentro con un librero amigo, de un paseo hacia el Retiro y de la ilusión que provoca encontrar un tesoro literario».
Soy de la Cuesta se ha propuesto recuperar y preservar un lugar tan valioso y singular. «La calle más leída de Madrid», tal y como definió Francisco Umbral a la Cuesta de Moyano, está a punto de cumplir un siglo de vida. En 2025 se celebrará el centenario del emplazamiento de los libreros en la emblemática Cuesta.