EXUBERANCIA ANATÓMICA
@L.F./ Una de las ventajas de escribir esta sección semanal es la oportunidad…o más bien excusa, diría yo, que se me brinda para desempolvar y releer viejos cómics de mi tebeoteca (¿es eso una palabra?). Pequeñas joyas que han acumulado años y pedigrí en las estanterías de casa, ganando cuerpo como un buen vino muchas de ellas o avinagrándose irremediablemente algunas otras. DEN: Viaje fantástico al mundo de Nuncanada es uno de esos libros que llevaba mucho tiempo sin revisitar, injustamente añadiría yo. Pues bien, es hora de compensar el agravio reseñando la obra más personal y celebrada de un creador de auténtico lujo: el genial Richard Corben (EE.UU, 1940)
David Ellis Norman (DEN) es un escuchimizado ingeniero de Kansas (como Dorothy) que siguiendo las instrucciones de su desaparecido tío recrea con ferralla reciclada un portal a otra dimensión al más puro estilo McGyver. Pero en lugar de conducirle al fantástico mundo de Oz, la puerta le traslada al desquiciado mundo ideado por Corben plagado de seres fantásticos e imponentes mujeres curvilíneas. El mundo de Nuncanada transforma a los viajeros ultradimensionales en versiones idealizadas de si mismos, de tal modo que el otrora enfermizo y escuálido ingeniero se transforma en un robusto chicarrón depilado que se pasea por los sitios en pelota picada presto a desfacer entuertos y rescatar damiselas en apuros ligeras de ropa.
La trama del primer álbum de DEN es sencilla pero cautivadora y efectiva, muy de la escuela de los guiones norteamericanos, alejada de otras propuestas pretenciosas e ininteligibles de la época firmadas por primeros espadas del cómic de autor europeo. Puede que precisamente esa fuera una de las claves de su éxito, la facilidad para seguir una historia enmarcada en un formato gráfico, eso sí, de marcado carácter europeo. Y aunque por la imágenes pudiera parecer que estamos ante una obra de tintes eróticos, nada más alejado de la realidad. El protagonista acarrea una tranca tan grande como poco útil, y las escenas de cama se limitan a las reglamentarias de cualquier telefilme cutre de sobremesa. Al retratar a hombres y mujeres exuberantes en plena desnudez el autor persigue la plasticidad anatómica antes que levantar las furibundas pasiones de los lectores.
El notable estilo de Corben causó un importante impacto en el cómic de la época. Perfeccionista como pocos, volvía una y otra vez sobre sus lápices originales para experimentar con nuevos formatos de sombreado y coloración. Su técnica llegó a ser tan depurada y avanzada para su tiempo que a día de hoy cualquiera diría que sus viñetas hubieran sido coloreadas digitalmente por la amplísima gama de tonalidades conseguidas en sus páginas, cuando la verdad es que fue un logro del todo artesanal, con tres décadas de adelanto al empleo de técnicas infográficas en los tebeos. Por ponerle alguna pega diría que su entintado de marcado estilo underground, algo tosco y grueso para mi gusto, no hace justicia a sus exquisitos lápices primigenios, y que tanto ir y venir sobre la ilustración tal vez desvirtúa en cierto modo la original, aunque también es conocida por todos mi preferencia por los lápices en crudo de los ilustradores antes de ser cubiertos con tintas y colores con una finalidad más comercial, con lo que no puedo ser demasiado objetivo al respecto.
Finalmente, y tras cinco años de duro trabajo para dejar la obra a su gusto, Corben publica la primera entrega de DEN en el número de lanzamiento del legendario magazine francés Metal Hurlant en 1975, un formato que le permitía mostrar su trabajo sin restricciones de ningún tipo. Tras su interrupción en 1976, pasó a publicarse (en blanco y negro) en la revista italiana Alter Alter, y finalmente, recalaría de nuevo con su color original en las páginas de la estadounidense Heavy Metal en el 77. Si no recuerdo mal, en nuestro país se publicó en primer lugar en formato álbum en el 78 para después hacerlo por entregas en la revista 1984.
El trabajo y estilo inconfundible de Corben le reportó tal popularidad que se convirtió en el autor de referencia del género a finales de los 70 y principios de los 80, siendo sin lugar a dudas el dibujante más reconocido del medio. Otros trabajos suyos de mérito son las seis (¡6!) secuelas de DEN; sus magníficas adaptaciones al cómic de los relatos de Edgar Allan Poe, y también un par de curiosidades, la portada del LP Bat out of hell de Meat Loaf y, mi preferida, la del LP del compositor del disco anterior, Jim Steinman, titulado Bad for God. Un póster enorme de esa misma ilustración decoró durante mucho tiempo mi habitación de adolescencia, y llevo varios años y varias plantillas de prueba con la intención de tatuármela para siempre en la piel el día que encuentre a un maestro competente. De momento, me quedo con el homenaje explícito que la artista oscense María Maza le dedicó siguiendo insensatas instrucciones propias en la ilustración que cerraba el ciclo de la trilogía del hondero ibositano perpetrada por un servidor.
DEN: Viaje fantástico al mundo de Nuncanada, es una de esas joyas que han capeado espléndidamente el paso de los años, digna de ser releída en muchas ocasiones, una obra de culto audaz y divertida que acabó convirtiéndose en el referente de toda una generación de lectores de tebeos.
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la Trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada recientemente en El Hondero (2013), y de los guiones de la Webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13)