SNIKT!!!
Cuando a principios de la pasada década Marvel Comics anunciaba la publicación del origen definitivo de Lobezno en una serie limitada de seis números, todo tipo de sudores fríos empezaron a recorrer las espinas dorsales de los más fieles seguidores del mutante canadiense.
En primera instancia, el motivo de este revelador arco argumental era contrarrestar el pretendido spin-off en solitario de la versión cinematográfica del personaje (una película que finalmente se realizaría muchos años más tarde), todo ello a raíz del éxito descomunal de Hugh Jackman en la primera adaptación de los X-Men para la gran pantalla. Marvel no podía permitir que desde la industria del cine se dictaran los orígenes de uno de los iconos de compañía, tal y como estaba previsto en el borrador del primer guión original.
El recién llegado editor en jefe, Joe Quesada, cogió el toro por los cuernos e intentó en vano aplacar los ánimos de los aficionados, quienes creían que si los misteriosos orígenes de Lobezno eran finalmente desvelados de entre toda la maraña de recuerdos artificiales implantados en su memoria durante los experimentos genéticos que también le dotaron de su esqueleto forrado de adamantium, este pasaría a convertirse en un personaje “del montón”. Quesada contraatacó esos temores esgrimiendo el convencimiento de que era una historia demasiado buena para permanecer oculta; y que si el personaje no evolucionaba, se corría el peligro de repetir las mismas historias una y otra vez, hasta terminar desinflándose del todo por temor a correr el más mínimo riesgo.
Personalmente, soy de los que opinan que la arriesgada apuesta de Marvel fue todo un acierto.
En el año 2002 se publicaba al fin la serie limitada Lobezno: Origen, mucho tiempo después de su primera aparición en The Incredible Hulk fechado en octubre de 1974. La sorprendente saga nos devela el origen de un niño enfermizo conocido como James Howlett en el seno de una acomodada familia del siglo XIX (debemos tener en cuenta que el factor mutante de Lobezno es su poder de curación, algo que ralentiza su envejecimiento) A raíz de un episodio altamente traumático en su adolescencia, se nos desvela que James Howlett posee unas garras de hueso (¡!?) que aparecen de sus nudillos, algo que a los aficionados jamás se nos hubiera pasado por la cabeza, ya que atribuíamos sus proverbiales cuchillas a un implante ortopédico de adamantium. La saga prosigue relatando sus primeros y atormentados años de juventud, sentando las bases de lo que debería ser a partir de entonces la biografía “oficial” de Wolwerine (su nombre original en inglés) un personaje también conocido como, Arma-X, Logan y Lobezno en su versión española.
La versión definitiva de los orígenes ocultos de la que junto con Spiderman es la franquicia más reconocible de la compañía corrió a cargo de un selecto grupo de cabezas pensantes más allá del habitual tándem guionista-dibujante, formado en este caso por Paul Jenkins (Reino Unido, 1965) y Andy Kubert (EE.UU, 1962). A ellos dos se unieron el mencionado editor en jefe de Marvel, Joe Quesada, en calidad de coautor de la trama junto a Bill Jemas, el mismísimo vice-presidente de la compañía. Quesada se encargaría también de las portadas, y sería Richard Isanove quién se encargaría de colorear directamente por ordenador sus lápices y los de Kubert sin pasar antes por entintador alguno. Esta misma técnica infográfica, habitual hoy en día, solo había sido aplicada antes a los lápices del artista valenciano Salvador Larroca en las páginas de X-treme X-men con espectaculares resultados.
Y fue así como al fin, el chico más malo y desmemoriado de los cómics, el único que tiene carta blanca para fumar puros y beber alcohol (aunque cada vez menos) en sus viñetas, y liquidar a sus adversarios pasándose por el forro aquello “de que si lo matas no eres mejor que él”, consiguió de una vez por todas que se despejara la niebla que había mantenido su pasado oculto durante veintiocho largos años (a excepción de las pinceladas aportadas por Barry Windsor-Smith en su Arma-X) aportando durante el proceso uno de los arcos argumentales más chulos de la historia reciente de los tebeos …snikt!!!
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios de malvivir, es el escritor (i)responsable de la Trilogía ibositana (2008-09-10) y de los guiones de la Webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13)
Gran cómic, sí señor! Proyecto arriesgado por parte de Marvel Comics que finalmente sí fue destrozada por el cine.
Y ya puestos a recomendar cómics de nuestro amigo peludo, también está la saga de Viejo Logan (Old Man Logan), guionizado por el gran Mark Millar junto al dibujante con quien ya se juntó para la saga Civil War, Steve McNiven.
Gracias por el apunte, sr. Berlanga. Comentar para los interesados que «El viejo Logan» esta disponible en un unico volumen (el numº 9) recopilatorio del coleccionablle «Marvel Héroes» de Panini. A todo ello yo añadiria su miniserie junto a Kitty Pride, y por extension, toda su saga japonesa clasica ochentera, el Arma-X de Windsor-Smith y (si no recuerdo mal el titulo el arco argumental «Enemigo del Estado» de Romita Jr. publicado en su serie regular (+o-) recientemente.