SURREALISMO MITOLÓGICO
@L.F./ La historia del cómic está adornada de reconocidas sagas familiares que han dejado lo mejor de si mismas y de su arte para disfrute de nos, los frikis. Ilustres son los apellidos Romita o Kubert, por poner solo un par de ejemplos de vástagos más que competentes que han seguido la estela de sus padres en las viñetas. Pero no es necesario desplazarse hasta el otro lado del Atlántico para corroborar el mismo fenómeno, porque ya no solo en nuestro país, sino incluso en nuestra diminuta isla encontramos a padre e hijo encomendados a la misma tarea con resultados brillantes por ambas partes.
El incombustible Juan Escandell ya fue reseñado en esta misma sección por su trabajo en las legendarias Joyas Literarias Juveniles, y es ahora, por méritos propios, el turno de su hijo Víctor Escandell (Ibiza, 1971).
Víctor se titula en Diseño Gráfico en Barcelona y empieza a ejercer profesionalmente como ilustrador en el 94. En el año 2000 funda Alehop, su propio estudio de ilustración y diseño gráfico, y se curte en el mundo editorial ilustrando varios libros y aprovechando su variedad de registros para realizar encargos para prensa, publicidad o multimedia.
En marzo de 2010 y tras recibir el valiente beneplácito del desaparecido editor Pepo Fuentes, quien asumiera el riesgo de publicar en la editorial Versos y Trazos una obra tan alejada del convencionalismo estereotipado de los tebeos en este país, ve la luz Sinsonte, una espectacular novela gráfica cargada de un simbolismo conceptual apabullante. Basándose en referentes culturales y filosóficos de la cultura occidental como puedan ser todo tipo de fábulas, leyendas populares, mitología grecorromana o la propia religión judeocristiana, el autor recrea la historia individualizada del protagonista desde el mismo momento de su concepción hasta su muerte. Muy reveladora es la mención, al principio y final de la novela, al enigma clásico que la Esfinge propone a Edipo.
Y es que la trama desarrollada a lo largo de sus 450 páginas (que se dice pronto) a razón de una ilustración por cada una o dos de ellas, sin marco ni viñetas, resultando exquisitamente minimalistas hasta el extremo algunos de sus dibujos, es precisamente eso, el retrato del ciclo vital de un hombre desde su nacimiento hasta el fin de sus días, pasando por las estaciones en las que camina a cuatro pies (gateando), a dos en la vida adulta y con tres (ayudado por un bastón) en su inevitable ocaso. El depurado estilo de Escandell destila reminiscencias surrealistas y neogóticas atribuibles, siempre desde mi discutible punto de vista, a la influencia de genios como Dalí o el propio Tim Burton, dando a todo el trabajo en su conjunto un aire de irrealidad calculada, como si el protagonista estuviera navegando en un sueño.
Fue en una firma de libros conjunta en la Diada de Sant Jordi de 2011 cuando el propio Víctor me confesó que su intención primigenia era la de publicar la novela sin texto de apoyo alguno, precisamente para dar esa impresión de relato visual ininterrumpido de matices oníricos. Pero por una vez, y sin que sirva de precedente, debo posicionarme del lado de los criterios editoriales que añadieron una extensa y reveladora introducción a cargo de David Iñiquez y también los pies de página de apoyo que ayudan en mucho a descifrar la referencia mitológica o histórica que Escandell pretende desarrollar en esa imagen en concreto. Y es que debe tenerse en cuenta que no todo el público raso, entre el cual me incluyo, tiene suficientes referencias culturales para reconocerlas y ubicarlas en el contexto de la historia. Ahora bien, también considero justo destacar el hecho de que durante la relectura no es necesario en absoluto revisar las explicaciones de Iñiguez, pudiendo disfrutar de este modo, ahora sí, de una historia sin interrupciones de principio a fin, gozándola exactamente del mismo modo en que fue concebida para nuestro deleite por el joven maestro ibicenco, quien a buen seguro nos seguirá sorprendiendo en un futuro próximo con trabajos tan innovadores y espectaculares como Sinsonte.
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la Trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada recientemente en El Hondero (2013), y de los guiones de la Webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13)