NASIO PA MATÀ
Cuando El Jueves, la revista que sale los miércoles, todavía molaba, mucho antes que RBA Editores se arriara los pantalones para satisfacer las exigencias de la familia “real” de las Ehpañias!, coincidieron en sus páginas toda una generación de autores en su cúspide creativa que volcaron ironía y mala baba a raudales en las páginas del que por entonces y hasta el reciente incidente sucesorio borbónico resultó ser la mejor publicación de carácter satírico publicada en nuestro país (ahora, tras haber sucumbido por voluntad propia a la autocensura, ya no). José Luís Martínez (El Dios), Óscar Nebreda (Profesor Cojonciano), Carlos Azagra (Pedro Pico y Pico Vena), Kim (Martínez, el facha), Rafael Vaquer (Johnny Roqueta), Ventura & Nieto (Grouñidos en el desierto) o Fer (Puticlub) son, por poner unos pocos ejemplos de la inmensa correlación de obras/autores, buena muestra de la ingente producción de calidad de la revista, pero tal vez un punto por encima de ellos merece la pena destacar en particular dos trabajos del malogrado Ivà (Ramon Tosas Fuentes, 1941-1993) que se convirtieron en las indiscutibles series estrella de El Jueves a mediados/finales de los ochenta; me estoy refiriendo a Makinavaja, de la que ya hablaremos en una próxima ocasión, y del motivo de reseña de esta misma semana, las Historias de la puta mili.
Esta serie de historietas autoconclusivas de una o dos páginas sin personajes fijos, a excepción del torpe sargento Arensivia, mostraba las miserias de unos soldados de reemplazo de cualquiera de los tres ejércitos obligados a desperdiciar inútilmente parte de su juventud al servicio de la patria y de unos mandos ineptos e incompetentes. El autor se basó en todo tipo de historias y anécdotas, ya fueran propias, ajenas, inventadas o verdaderas, de las que todos los que hemos sufrido en nuestras carnes la popular mili tenemos para contar a cascoporro en reuniones familiares, so pena de aburrir a cualquiera que nos pille nostálgicos con un par de copas encima y resulte lo suficientemente inconsciente como para darnos coba. Con el disparate, la desorganización, la sátira y la soterrada pero afiladísima crítica antibelicista implícita por bandera, Ivà recrea situaciones atestadas de globos de texto repletos de palabras propias de la jerga militar y diálogos transcritos fonéticamente tal y como suenan, dando al lector la impresión de cercanía a la vez que facilita su identificación con los personajes. Un hecho que contrasta poderosamente con su vasta y cultivada educación e interés por la teoría política; curioso.
Nada podía fallar, y la apuesta ganó popularidad tanto entre la soldadesca incorporada a filas en ese momento como entre los que ya habían superado el mal trago, o sea, la práctica totalidad de la población masculina española. Ediciones El Jueves llegó incluso a lanzar una publicación específica destinada a reclutas encuartelados titulada Puta Mili que llegó a sobrepasar la meritoria cifra de los 200 números.
El filón estaba ahí y solo había que saber aprovecharlo; al igual que sucediera con El Maki, las Historias de la puta mili también contaron con su propia versión teatral en 1990, para ser seguida de la cinematográfica y televisiva, ambas en 1994. La peli dirigida por Manel Esteban se estrenó en enero de ese mismo año y contaba Juan Echanove en el papel del sargento chusquero Arensivia, a quién daban réplica otros actores de renombre como Jordi Mollà, José Sazartonil “Saza” o Achero Mañas en un trabajo redactado por El Gran Wyoming a pachas entre otros guionistas,. Los 13 episodios de la serie de televisión homónima se emitieron en Telahinco! entre abril y julio, también de 1994, y entre su reparto podíamos encontrar a Cayetana Guillén-Cuervo, Kity Manver o Juan diego entre otros.
Por desgracia el gran Ivà, fallecido un año antes en accidente de tráfico, no llegó a ver nada de todo esto, ni tampoco de la progresiva profesionalización del ejército y la consabida eliminación del servicio militar obligatorio en este país a finales de los 90 por cortesía (quien lo iba a decir) del Sr. Ansar en persona…que cosas, vivir para ver.
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada en El Hondero (2013), de los guiones de la webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13), y colaborador del programa televisivo/radiofónico de TEF y Radio Èxit, Supercultura Freak Chow (2013-14) otro despropósito relacionado con el mundo del cómic…como si no hubiera cosas más importantes que hacer.
Corrosivo, sátiro, directo,irrespetuoso, faltón…Ivà todo un grande.