ANARQUÍA ABSOLUTA
Buenas noches, Londres. Es hora de que tengamos una pequeña charla. ¿Están cómodamente sentados? Entonces empezaré…
De un tiempo a esta parte me he visto involucrado en varias discusiones sangrientas y acaloradas sobre esta magna obra de juventud del siempre excéntrico Alan Moore (Reino Unido, 1953), que junto a otros dos trabajos suyos ya reseñados con anterioridad en la sección, From Hell y el inevitable Watchmen, conforman según mi irrelevante punto de vista la Santísima Trinidad del extravagante autor británico (un inciso para apuntar que el autor tiene sobrados motivos para su habitual “cabreo Moore”, como los tendría cualquier otro creador al que le insistan una y otra vez con lo de que escribió sus obras maestras hace más de veinte años).
V de Vendetta fue serializada parcialmente entre 1982 y 1985 a blanco y negro en las páginas del magazine británico Warrior, para ser lanzada después al mercado, esta vez a color y completa, en la línea Vertigo de D.C comics a lo largo de diez entregas en formato comic book publicadas en 1988. El posterior volumen recopilatorio tomaría el habitual cuerpo de novela gráfica, ambientada en este caso en la Gran Bretaña de finales de los 90, superviviente de una guerra nuclear que ha arrasado parcialmente con el planeta. Oculto tras la máscara de Guy Fawkes que rememora los acontecimientos de la Conspiración de la Pólvora que intentó hacer saltar por los aires la Cámara de los Lores británicos allá por 1605, el misterioso anarquista conocido como “V” instiga una campaña ultraviolenta que tiene como objetivo derrocar al gobierno fascista y totalitario instaurado en el poder, incitado a su vez a la sociedad a adoptar un modelo político y social diferente.
Hilando muy, muy fino, puede resultar cierto que de las tres obras mencionadas tal vez sea esta la que está cualitativamente un pelín por debajo de las anteriores. Lo que pasa es que claro, el tercer mejor trabajo de Moore bien podría situarse entre los diez mejores comics jamás publicados; así de alto rayaba el nivel del muchacho cuando le metió mano a este proyecto, y eso a pesar de los evidentes errores técnicos y tácticos de juventud atribuibles a su falta de experiencia en ese momento. En todo caso, pecados veniales que se solventan ampliamente con su entusiasmo de juventud y con la enorme calidad intrínseca de esta maravillosa obra de ficción distópica, uno de mis géneros literarios predilectos.
Las discusiones fraticidas entre el fandom vienen dadas por dos hechos fundamentales, a saber: la infame película que adapta el cómic a la gran pantalla, de la que hablaremos más adelante; y el absurdo y permanente debate sobre si V de Vendetta ha envejecido bien o mal. Muy pocas veces he escuchado a tanta gente cuestionarse sobre el mismo dilema en referencia a cualquier otro cómic, al menos, con el apasionamiento con el que se hace sobre este. Vamos a ver, chico/as, que esto no es un yogur con fecha de caducidad, sino una novela gráfica de ficción ambientada en un futuro no lejano que abunda en una temática comprometida ¿Qué más dará si a día de hoy, décadas después de ser publicada por vez primera, y también décadas después del año en que se sitúa la acción, haya detalles estéticos que puedan no coincidir al milímetro con la fenomenal imaginería de Moore? Creo que se está cargando injustamente contra el continente a la vez que se pasa por alto lo importante de su contenido. Es como si reprocháramos a Orwell, Asimov o Bradbury por las, en contadas ocasiones, anticuadas formas de sus relatos de corte futurista obviando lo importante, el fondo y la lucidez de sus demoledores mensajes sobre cosas que realmente importan como la sociedad, la política, y la forma en la que interactuan la una con la otra en estados totalitarios que coaccionan la libertad del individuo, asfixiándolo hasta el sometimiento absoluto y la pérdida total de identidad. De eso es exactamente de lo que trata V de Vendetta, y esos temas siguen plena y desafortunadamente vigentes a día de hoy. ¿Que el apartado visual de la obra no ha envejecido bien?…¿y qué más da?, lo que importa es el mensaje, crudo, directo, y de plena actualidad que se desprende de uno de los tebeos más influyentes de todos los tiempos. ¿Creéis que exagero? pues echadle un vistazo a cualquier manifestación social comprometida y comprobaréis por vosotros mismos que la máscara de Guy Fawkes que luce el misterioso protagonista no es lo único se ha hecho popular entre gente inquieta como el grupo hacktivista Anonymous, ese tipo de gente que en palabras del ilustrador de la obra, David Lloyd (Reino Unido, 1950), no cambia de canal cuando empiezan las noticias. El mensaje también ha calado hondo. Sin ir más lejos, no hace mucho que Ismael Gonzalez, ávido devorador de comics y responsable máximo hasta hace bien poco del Otaku Meeting Ibiza, me comentaba que durante la lectura de la novela gráfica tuvo que parar para poder respirar y asimilar la densidad de la perorata anarquista de V, y estamos hablando de un chaval de ventimuypocos años. Creo que el bueno de Moore no tendría por más que sonreirse ante la profunda impresión que sigue causando su trabajo aun a día de hoy.
La película de 2005 dirigida por James McTeigue bajo la producción de los hermanos Wachowsky (que no dan una desde la primera entrega de Matrix, y mira que ha llovido desde entonces) con Hugo Weaving y la bellísima Natalie Portman en sus papeles protagonistas ya es harina de otro costal, porque si bien es cierto que gracias a ella mucha gente se ha acercado al cómic, lugar en el que se encuentra la verdadera esencia del mensaje, no lo es menos que la adaptación cinematográfica es una soberana mierda, y punto. No sé si me expreso con suficiente claridad.
En la cinta se eliminan o reducen a la mínima expresión subtramas paralelas imprescindibles para el correcto desarrollo de la historia, se tergiversan las verdaderas motivaciones tras algunos acontecimientos clave, hay cambios demasiado importantes entre los personajes secundarios…pero por encima de todo, se omite cualquier tipo de referencia directa al anarquismo, a su estrecha e íntima vinculación con el protagonista, y por ende, a su encarnizada lucha contra el fascismo. Semejante sarta de despropósitos fue la que alejó a Moore del proyecto tras haberse acercado a él en un principio, algo que de todos modos suele hacer con regularidad tras haber salido escaldado varias veces de los numerosos fiascos que pretenden adaptar sus trabajos a la gran pantalla, nada nuevo bajo el sol.
A la cinta hay que reconocerle sin embargo un único mérito, el de modernizar el anticuado apartado visual concebido originalmente por Lloyd, pero aquí estamos otra vez en las mismas. Los responsables de peli han actualizado soberbiamente la forma de la historia…pero en detrimento del fondo, que es lo que de verdad importa y que en la adaptación se pierde sin remedio para quedarse en un mero espectáculo pirotécnico; hermoso, sí, pero vacuo y sin contenido. Así que ya sabéis, si de verdad queréis saber lo que es bueno y descubrir de paso quien se oculta tras la máscara del anarquista absoluto más radical de los comics, no dejéis de acercaros a esta maravilla…seguro que os llevaréis una sorpresa de las gordas al desenmascararlo.
P.D: Y bien, llegados a este punto me complace anunciaros que con esta reseña, la numº 100 de las publicadas hasta la fecha, finaliza la segunda temporada de COMICS! tras acudir puntualmente y sin hacer novillos ni una sola vez a su cita semanal durante los dos primeros años de vida de Noudiari.es. Ya os aviso desde ahora que la sección se cancela durante una larga temporada para permitirme afrontar otros proyectos más acuciantes que tengo en marcha. Pero todavía habrá tiempo de despedirse como es debido la semana que viene, en un artículo especial que incluirá la bibliografía selecta de referencia empleada para este trabajo, además de un minucioso índice por categorías cortesía de Joan Ramis, fiel seguidor de la sección y auténtico especialista en la materia, no como el ceporro abajofirmante.
Lluís Ferrer Ferrer (Cala Mastella, 1971) Especialista en tebeos y demás vicios insalubres, es el escritor (i)responsable de la trilogía ibositana (2008-09-10) traducida al castellano y recopilada en El Hondero (2013), de los guiones de la webserie Salvador, un superhéroe low cost (2012-13), y colaborador del programa televisivo/radiofónico de TEF y Radio Èxit, Supercultura Freak Chow (2013-14) otro despropósito relacionado con el mundo del cómic… Como si no hubiera cosas más importantes que hacer.