La película francesa Mourir à Ibiza del los jóvenes Anton Balekdjian, Léo Couture y Mattéo Eustachon ha recibido cuatro premios en el último Festival International de Cinéma FIDMarseille, cuenta con buenas críticas y tiene ya como fecha de estreno comercial el 7 de diciembre, aunque se ha programado dos preestrenos para esta semana en Francia
Se trata del primer largometraje de los tres cineastas, ex-graduados de CinéFabrique – Escuela Nacional de Cine y cuenta en su elenco con Lucile Balézeaux, César Simonot, Mathis Sonzogni y Alex Caironi en los papeles principales.
«Una de las mejores películas del festival, encuadrada en la competición de primeras obras y […] filmada en tres veranos en Arlés, Étretat e Ibiza y con unos mismos personajes, una chica y tres chicos, que van estableciendo lazos de amistad y sentimentales en ese periodo de tiempo. La película más rohmeriana que uno se pueda imaginar, Mourir à Ibiza es también una evocación de nuestros deseos melancólicos y literarios de navegar por lejanos océanos», escribe Jaime Pena en Caiman, una publicación especializada en cine.
«Una reivindicación de los romances y las amistades. El cine como refugio, antídoto y resistencia», apunta, por su parte, Diego Batlle en OtrosCines.com,
La trama arranca cuando, a finales de agosto, Léna, de 25 años, llega a Arles para reunirse con Marius, un amor de verano de las últimas vacaciones. Mientras espera por él, conoce a Maurice y a Ali. «Marius acabará llegando y los cuatro, unidos por el azar del encuentro y una complicidad espontánea, se encontrarán los dos veranos siguientes, en Étretat y luego en Ibiza», relata la sinopsis recogida por el festival marsellés donde la película se ha dado a conocer con premios y una gran acogida.
«Con desenfado y ligereza, la película destila la magia de los veranos prolongados […] y retrata el encanto de los amores errantes. Los directores juegan con referencias al cine francés de la Nouvelle vague (Nueva Ola)», añaden. «Las conversaciones, interpretadas por este cuarteto de actores llenos de alegría, revelan una juventud atrapada entre pequeñas y grandes preocupaciones: ¿tener hijos? ¿Seguir el amor? Solo Léna, que navega entre los tres chicos, parece saber lo que quiere y hacia dónde se dirige. Siguiendo la estela de Jacques Rozier, Dying in Ibiza [su título en inglés] huele a aire marino y a niebla salina. El mar, filmado en su más bella gama de azules, desde el Canal de la Mancha hasta el Mediterráneo, es omnipresente: tierra de escapada, espacio de conquista y promesa de partida», destaca el festival.
«El trío de directores no tiene miedo y llega a aprovechar los resortes del musical para sustituir las palabras por los estribillos que tan bien vienen a contar las emociones propias del viaje», avanza el certamen donde esta película logró la Mention spéciale de la compétition, el Premier prix Marseille Espérance, el Prix Européen des Lycéens Fondation Vacances Bleues y el Prix Air France du Public.