La artista portuguesa Joana Vasconcelos no solo es indiscutiblemente genial sino que, además, es tremendamente accesible como creadora. Ayer lo demostró en la visita guiada que hizo de su obra Valkyrie Crown (Corona de valquiria) expuesta en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE) hasta el 31 de octubre.
Su discurso y argumentario artístico no buscan lo impostado o unas bases crípticas. Más bien al contrario: la absoluta transparencia y un mensaje potente y claro: la reivindicación de la igualdad y del poder femenino.
Ella crea esculturas gigantes, monumentales, de telas comunes, ganchillo o croché, a modo de homenaje a las mujeres que no han tenido las mismas oportunidades que ella. Mujeres de un pasado muy reciente, como su propia abuela, que le enseñó a coser y a tricotar. Y esa es su mayor influencia, su abuela, además de sus amigas de siempre, que le inspiran en sus ideas. No necesita citar grandes nombres ni dar grandes discursos sobre arte para explicar su obra.
De lo pequeño, de una máquina de coser y de unas agujas, nació la idea de elevar y hacer grande, enorme, gigante, el trabajo silencioso y callado de las costureras que «han cubierto con tejidos y amor el cuerpo de sus familias y el cuerpo de los muebles a lo largo de siglos», desde el que el ser humano está sobre la tierra.
Ella concibe sus obras en el presente, con relación al pasado y al futuro. «Representan un momento de cambio entre la tradición y el futuro. Desde el presente pienso en mi abuela y hablo con mi hija de 12 años, que el otro día se mostraba desconcertada al saber que hubo un tiempo en el que las mujeres no podíamos estudiar. Para ella eso es incomprensible», reflexionó.
«Estamos en un momento muy importante, donde la mujer puede abrir un futuro completamente diferente del pasado; un futuro mejor para las próximas generaciones donde la igualdad de género, la igualdad de los derechos humanos, se puede conseguir de verdad… porque es algo que todavía no existe», aseveró ante las personas asistentes a la visita guiada.
«Esta pieza es en homenaje a todas las mujeres que no han podido tener la misma oportunidad que yo tengo de estar aquí, con ustedes, Solo un generación atrás, ni Elena (Ruiz Sastre, directora del MACE) sería la directora ni yo estaría aquí y eso es real, no estoy hablando de otra vida», añadió Vasconcelos. «Mis piezas hablan de estos momentos; los tejidos nos recuerdan a nuestras abuelas, al mismo tiempo que muestran el poder de la mujer y miran hacia el futuro», explicó.
Es más, aplaudió el hecho de que la ubicación de la pieza en la Sala de Armas del MACE le da una fuerza especial ya que, con ella, corona a todas las mujeres del pasado de Ibiza: las que fueron enterradas bajo el museo, tal y como muestran los restos arqueológicos hallados durante la reforma. «La corona textil apunta al cielo al mismo tiempo que está conectada con la tierra y con ese cementerio bajo nuestros pies», remarcó.
Las referencias de Vasconcelos son muchas. Cita a Louise Bourgeois (que todos conocemos por su araña Mamá del Guggenheim de Bilbao), entre otras artistas, pero también la música de Whitney Houston. «Me encanta la canción I’m every woman (Yo soy todas las mujeres) y la corona, con la variedad de tejidos, pretende ser también eso, todas las mujeres», relató a los presentes.
Joana Vasconcelos explicó, en suma, que reivindica con sus macro-obras el poder del tejido, aportándole monumentalidad y, con ello, da valor a las mujeres que «han aportado paz y armonía al mundo, el valor de lo simple y lo sencillo».
La artista reveló que cuenta con un equipo de 56 personas, en su mayoría mujeres pero también hombres, y relató que crear una pieza como Valkyrie Crown necesita seis meses de trabajo. Primero la dibuja, luego unos arquitectos hacen los planos de ejecución y después van trabajando los tejidos para montar la pieza. En ocasiones ha diseñado expresamente para determinados espacios.
También explicó que la pieza que se puede ver en Ibiza viajó desde una exposición en Siracusa, Sicilia, y ha sido preciso abrirla por un lateral para que pueda rodear la columna que abraza en la Sala de Armas.
Todo un lujo poder escuchar y hablar unos minutos con esta artista excepcional, una de las más aclamadas el mundo en estos momentos, que ha llegado a Ibiza después del arduo trabajo de la directora del MACE, Elena Ruiz Sastre, y del Ayuntamiento de Ibiza.
Cercana y sonriente, Vasconcelos pidió preguntas al público y se hizo selfies y fotos con sus fans, como la rock star de la arte que es, capaz de llenar de visitantes el Palacio de Versalles o dejar boquiabiertos a los asistentes a un desfile de Dior con su espectacular puesta en escena.