@David Ventura/ Aprovechando que estos días tenemos a Brasil, la canarinha y la samba hasta en la sopa, esta diletante sección de La Discoteca Secreta se traslada hasta ese país que es un continente, un tesoro musical y cultural, y cuyo patrimonio musical es un océano en el cual nos podemos zambullir una y otra vez con la certeza de que emergeremos siempre con las manos llenas de maravillas.
Tenía que seleccionar una joya musical desconocida -porque La Discoteca Secreta va exactamente de eso- y finalmente he escogido el disco que hicieron a cuatro manos los cantantes y guitarristas Joyce y Nelson Ángelo. Una dupla musical y sentimental -se casaron en 1972, el mismo año de la aparición del disco- y que tuvo como fruto un trabajo con un nombre que era lo menos original del disco: ‘Nelson Ángelo & Joyce’. ¿Para qué calentarse la cabeza?
1972. Claro. En esa época se hacía una música fabulosa, en todo el mundo. La explosión del rock y de la música anglosajona, que a partir de 1965 se expande por todo el mundo, se enriquece con la experimentación psicodélica de los años 67 y 68 -a los que se añade el convulso contexto político y cultural- y empapa al resto de culturas musicales del planeta. Tras un primer periodo de imitación -quizás el menos interesante- los músicos más inquietos toman lo que les interesa del universo pop y lo mezclan con su tradición musical local. De esta mezcla surgirán maravillas. Y si hablamos de Brasil, las maravillas serán superlativas.
Joyce (1948) y Nelson Ángelo (1949) forman parte de una generación que crece en este contexto, empiezan su carrera siendo adolescentes, padrinados por Milton Nascimento y Luiz Eça, y participan en el bautizo de la música brasileña de entonces que era participar en el show televisivo del Festival de Musica Popular Brasileira. Unen sus fuerzas con Nana Vasconcelos, Toninho Horta y Novelli y forman el grupo ‘A tribo’, con quien comparten una forma muy particular de reinpretar la música popular brasileña, apoyándose en la guitarra acústica y la percusión, pero que no es en absoluto conservadora, sino abierta al rock, la psicodelia, el jazz y a todos los vientos de su época.
‘Nelson Ángelo & Joyce’ llega en el momento mágico de 1972. ¿Cómo definir esta música? ¿Bossanova psicodélica? Quizás. Tenemos un protagonismo absoluto de la guitarra acústica que se acompaña de manera sutil por las percusiones y con puntuales apariciones de teclados, flautas y de la guitarra eléctrica. Una producción sutil y cristalina, en las que la belleza de las voces y la harmonía de los coros brillan con luz propia. Pero por encima de esto… existe una atmósfera, una tensión, un hálito, una aura… algo… Todo esto lo encontramos en ‘Sete cachorros’.
El disco no tiene desperdicio. Doce canciones, doce maravillas, 30 minutos de música excelsa. Escuchad las armonías vocales de ‘Um gusto de fruta’, tema con el que se abre el disco, la delicadeza de la guitarra y la voz de Joyce en ‘Hotel Universo’ -Joyce y Ángelo se reparten las canciones casi al 50%, interpretando Ángelo las partes más atmosféricas y psicodélicas y Joyce los temas más cercanos a la bossanova o la canción popular brasileña-, tras ‘Sete cachorros’, la delicadeza acústica de ‘Linda’, un tema que me recuerda al clásico ‘Menina flor’. Si ‘Comunhao’ tiene unos coros misteriosos y una belleza sobrecogedora, en la canción siguiente, ‘Ponte Nova’, hay algo que me fascina y me conmociona en lo más profundo. ¿Las flautas? ¿El enigmático solo de guitarra eléctrica? ¿La voz que parece llegar como de lejos? Un tema precioso que hay que saborear muy lentamente y con los sentidos abiertos de par en par.
‘Tiro cruzado’ es una magnífica excursión en la samba-jazz y con ‘Pessoas’ asistimos a una nueva cumbre: una discretísima guitarra eléctrica, una percusión y una voz que dibujan una melodia preciosa y una letra de alianación urbana muy típica de los años 70 y muy propia del universo hippie. Joyce toma el relevo con la delicadísima ‘Meus vinte anos’ para dar paso al tema más abiertamente psicodélico: ‘Mantra’. La evocadora ‘Tudo comença de novo’ finaliza el disco pero antes, la voz de Joyce nos regala un tema que podrían haber firmado Os Mutantes: ‘Vivo ou morto’. Otra maravilla.
El disco se encuentra entero en Spotify. Disfrutadlo.
-La discoteca secreta: ‘Neu!’ (1971-1975)
-La discoteca secreta: ‘Aerial Pandemonium Ballet’ de Harry Nilsson (1967-1968)
-La discoteca secreta: ‘Miniatura’ de Batiste, Cachas, Sisa y Pau Riba (1969)