EFE / La mansión de la isla privada de sa Ferradura, ubicada en la localidad de Sant Miquel, se abre a 16 artistas vinculados con Eivissa.
El arquitecto Jaime Romano, encargado de la reforma de la vivienda desde que la adquiriera el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov, en 2013, y el ibicenco Marcos Tur Witt, «curador» de la colección, presentaron ayer en un evento de puertas abiertas las 35 obras de artistas vinculados a la isla.
La colección, que decora los 975 metros cuadrados de superficie construida, recoge los «momentos artísticos clave» a los que ha asistido y participado la isla de Eivissa «desde la eclosión de las vanguardias hasta la actualidad», señaló Tur Witt.
Para Romano, se trata de un «compendio» de lo que ha sido el arte contemporáneo en Eivissa.
Tur Witt, por su parte, destacó que la colección «abraza el arte ibicenco para protegerlo y mostrarlo al mundo» a la vez que pone en valor «la creación artística de Eivissa en los últimos 60 años».
Pedro Asensio, Erwin Bechtold, Linde Bialas, Bonet Valribera, Rossana Casano, Isabel Echarri, Valeria Gaia, Gilbert Herreyns, Sandra de Keller, Don Kunkel, Conrad Marca-Relli, Eduard Micus, Rainer Pfnür, Rafael Tur Costa, Sara Tur y Antonio Villanueva son los artistas que forman parte de la colección de arte contemporáneo Sa Ferradura. Todos ellos muestran sus creaciones a través de la pintura, fotografía, litografía o serigrafía.
El curador de la colección privada incidió en que todos los artistas elegidos, y sus obras, son «patrimonio cultural e histórico» de la isla y el objetivo de esta muestra privada es «preservar y valorar» este patrimonio, que muestra la «Eivissa luminosa, creativa y cosmopolita» que ha dado renombre internacional a la isla.
Rastreo entre 250 obras
Tur Witt relató que para la elección de estas 35 obras, primero se realizó un recolección entre galeristas y coleccionistas de arte de Barcelona, Valencia y Londres, así como con artistas que aún viven. En este primer rastreo se eligieron 250 obras, que tras una primera selección se redujeron a 70.
Estas 70 obras se trasladaron a la vivienda con el fin de instalarlas en función de unos criterios de «decoración, gamas de color y atmósfera». De ahí, se sacrificaron obras «importantes», según Tur, y la colección se quedó en las 35 que imperan en la actualidad en los diferentes espacios de la vivienda .
La vivienda ubicada en sa Ferradura data de los 70 y registró una primera reforma en los años 90. Desde que la adquiriera el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov, Romano Arquitectos ha trabajado durante ocho años en el estudio y análisis para llevar a cabo la reforma de la vivienda con el fin de reducir el impacto ambiental sobre el entorno y dar un protagonismo especial al factor local, según señaló Romano.
23 meses de reforma
Para ello, la reforma, que concluyó hace tres años, que ha tenido un plazo de ejecución de 23 meses y cuya inversión no se desveló, se ha centrado en la eficiencia energética, en la reducción del consumo de agua y del impacto lumínico.
En el aspecto local, por su parte, el despacho de arquitectos optó por dar más puntuación a las empresas más cercanas a Sant Miquel para incorporarlas en el proyecto.
La jornada de puertas abiertas, celebrada ayer por la tarde, contó con la asistencia de más de un centenar de personas del mundo de la arquitectura y del arte. Bechtold, Tur Costa, Gilbert Herreyns o Sara Tur fueron algunos de los artistas que acudieron a la cita.
La exclusiva isla de sa Ferradura cuenta con 35.000 metros cuadrados. La vivienda, por su parte, consta de seis habitaciones, distribuidas en una planta, y dos piscinas.
Todo excusas para justificar un proyecto de reforma con más sombras que luces en un espacio natural protegido.