El Auditorio Caló de s’Oli celebra el próximo 12 de octubre la tercera edición del Soul Food Fest, un evento que «combina la gastronomía sureña de los Estados Unidos con las más profundas raíces del blues, el soul y otros géneros norteamericanos», destacan los organizadores.
El certamen lo organizan el Ayuntamiento de Sant Josep y la Asociación Cultural Great River Road, «con el objetivo de dar a conocer el intenso vínculo existente entre cocina y cultura musical», y se enmarca en las fiestas de Cala de Bou y Port des Torrent 2023.
El evento comenzará a las 13 horas, con el potente rock y soul que pincha Betterman Dj. Media hora más tarde, a las 13,30, llegará la música americana de raíces de la banda local The Station Hollers, formada por Soulman Sal (voz y guitarra), Ferran Nogués (voz y guitarra), Dennis Herman (dobro) y P. J. González (batería).
Ya por tarde, alrededor de las 16 horas, subirá al escenario el extraordinario cantante Willie Buck, acompañado de una banda de cuatro músicos de primer nivel en el circuito del blues nacional: José Luis Pardo (guitarra), Flavio Rigatozzo ‘Tota Blues’ (armónica), Ernesto Larcher (bajo) y David Barona (batería).
Entre ambos conciertos, alrededor de las 15 horas, se podrá degustar un gumbo, plato típico de la gastronomía del Estado de Luisiana, al sur de los Estados Unidos, a precios populares.
Lo preparará Aitor ‘Blue Lehendakari’, armonicista y un consumado especialista en gastronomía criolla y de muchas otras latitudes. Además, a partir de las 13 horas, se servirán otros platos en el área gastronómica de food trucks que se montará para la ocasión. También habrá puestos de venta de vinilos, en colaboración con la Asociación Retro.
El impactante póster realizado para el festival es un trabajo artístico del ilustrador, diseñador y dj Ricard Bofill, también conocido como Ric Jazzbo.
Willie Buck, el gran discípulo de Muddy Waters
Willie Buck, de 86 años, es uno de los músicos más populares de Chicago; una presencia constante en los garitos en los que se sigue haciendo blues de la vieja escuela. Dicen de él que, en la actualidad, no existe otro cantante que refleje mejor el espíritu de Muddy Waters, tanto por repertorio como por tono de voz, y también por ese aura que rezuma el Mississippi más profundo a través de cada poro de su piel.
Willie Buck nació en Houston (Mississippi) en 1937, donde creció escuchando el góspel que su padre, ministro de la iglesia, cantaba desde el púlpito. Era poco más que un músico adolescente cuando comenzó a hacer el denominado Circuito del Chitlin, saltando de Mississippi a Georgia, Louisiana, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee y Texas. Ya en 1954, con solo 17 años y al igual que tantos otros músicos, emigró a Chicago. Allí pasó muchos años mezclando trabajo duro y mal pagado con actuaciones en clubes y tocando cada día en el legendario Maxwell Street Market, el vecindario donde todos los bluesmen de la época se reunían y ofrecían sus canciones por unas monedas. Allí coincidió con la mayoría de los bluesmen del momento y se insertó de lleno en el llamado South Side Sound de Chicago.
Al llegar a los años 70, consigue grabar su primer single, ‘The Disco Blues’, que le abre las puertas para comenzar a girar por México y Canadá, primero, dando después el salto a Europa, a través de Francia y Holanda. En 2004 pasa a formar parte del Blues Hall of Fame, coincidiendo con el lanzamiento de su disco I wanna be loved, y comienzan de nuevo las giras internacionales, que hasta hoy no han parado: Europa, Suramérica, Asia…
Entre sus últimos discos podemos encontrar The life I love (2010), Cell phone man (2012) y Songs for Muddy (2011). Este último fue grabado en Madrid, en una de sus giras, en la que ya estaba acompañado por José Luis Pardo, entre otros músicos, y que contiene 14 clásicos de Muddy Waters, que reflejan la devoción de Willie hacia este histórico artista.
Para este concierto, Willie Buck estará acompañado de cuatro músicos de excepción: José Luis Pardo, Tota Blues, Ernesto Larcher y David Barona.
José Luis Pardo es un guitarrista y cantante argentino afincado en Madrid, y uno de los pocos artistas no anglosajones que se mueven con comodidad por el circuito de blues internacional. Con su proyecto personal, ha girado por medio mundo y también ha acompañado a una gran variedad de artistas de Estados Unidos, entre los que destacan Corey Harris, Bob Margolin, Tail Dragger, Michael Burkso o Vasti Jackson. Pardo cuenta con una decena de discos editados, ejerce como director de la Escuela de Blues de Madrid y, además, produce discos y giras a través de su productora Blues R Us.
Tota Blues (Flavio Rigatozzo), por su parte, es un armonicista y cantante también procedente de Argentina, que reside en Barcelona desde hace casi veinte años. Fundador y líder de Tota Blues Band, es un referente del Chicago Blues y del South Side Sound de esta ciudad. Se ha paseado por la mayoría de festivales de Blues de España (Hondarribia, Cazorla, Cerdanyola, Barcelona, Girona, Mijas, Béjar…), ya sea con su grupo o acompañando a figuras internacionales como Bob Margolin, Tail Dragger, Dave Riley, Barrelhouse Chuck, Louisiana Red, Bob Stroger, James Wheeler, Aron Burton, Phil Guy, Dave Myers… Su presencia siempre constituye una garantía de blues tradicional y auténtico.
Ernesto Larcher también procede de Madrid y ha acompañado a estos dos músicos, así como al propio Willie Buck, en múltiples ocasiones. Es un bajista y contrabajista consolidado y extraordinariamente habilidoso, motivo por el cual no resulta extraño que sea un habitual del circuito de blues nacional.
David Barona, por su parte, es un prestigioso percusionista asturiano afincado en Ibiza, actualmente endorser de la marca de platos Diril Cymbals. Ha tocado, girado o grabado con músicos de repercusión nacional e internacional, como Macaco, Vargas Blues Band, Steve Hunter (Lou Reed, Alice Cooper…), La Mississippi, Norberto Rodríguez Trío, John Jagger… También es el organizador del ciclo de blues The Trill is Here, en Teatro Ibiza, donde ha tocado con gente de la talla de Mingo Balaguer, el propio José Luis Pardo, Martín Burguez, Blas Picón, Pablo Sanpa, Betta Berodia, Iker Piris, Alberto Burguez, Luis Fuente, Alejandra Burgos, Dylan Bishop…
The Station Hollers, pura música americana de raíces hecha en Ibiza
The Station Hollers, por su parte, es una de las formaciones más pintorescas de la isla; una banda con un amplio repertorio de versiones acústicas de música americana de raíces, como blues, country y folk, surgida en Can Jordi Blues Station.
La columna vertebral de la banda la forman Soulman Sal, también cantante y guitarrista de Uncle Sal; Dennis Herman, de The Moonshine Band, Bluesmàfia y Cotton Cactus, que toca el dobro, y Ferran Nogués, voz y guitarra, también miembro de Uncle Sal y con una sólida carrera en solitario. Los baterías de la formación se van alternando y en esta ocasión será P. J. González, de Cotton Cactus, quien los acompañará.
Asociación Cultural Great River Road
En Estados Unidos existe una carretera federal llamada la Ruta 61 que, a lo largo de 2.300 kilómetros, atraviesa Norteamérica de norte a sur, desde la ciudad de Wyoming (Minnesota) a Nueva Orleans (Lousiana). Esta vía discurre en paralelo al río Mississippi, razón por la que se la conoce como ‘Great River Road’ (Ruta del Gran Río) o también Carretera del Blues. Constituye la meca de la música norteamericana, las raíces de donde brota todo este subgénero musical.
La Asociación Cultural Great River Road surge en Ibiza en 2019 y la integran un grupo de ibicencos amantes del rock y el blues norteamericano, entre los que figuran el promotor musical Paco Bobberman, el fotógrafo de conciertos Joan F. Ribas, el músico Pedro J. González y el periodista Xescu Prats.