María Benítez Sierra (1991), manchega afincada en Ibiza, acaba de presentar su primera novela bajo el título Salitre en la piel. Editada por ‘Olé libros’, esta obra explica la historia de Olivia, una mujer que sufre una relación tóxica, en la que está completamente anulada como persona, y de la que poco a poco consigue deshacerse, encontrando, así, su propio camino.
Benítez explica a Noudiari que para narrar esta historia se ha valido de experiencias propias y de las de personas de su entorno o de gente conocida: «Cuando cuentas algún caso personal o hablas de este tipo de relaciones tóxicas y de dependencia emocional, te das cuenta de que es algo más común de lo que parece, sobre todo para las mujeres». Además, esta escritora novel destaca que Salitre en la piel puede resultar especialmente útil a las nuevas generaciones, para que aprendan a desarrollar relaciones amorosas sanas.
La novela se divide en tres partes. En la primera, la protagonista vive en Madrid, su ciudad, mientras que en la segunda se muda a Dublín, donde consigue desconectar de su tormentosa historia con Rodrigo, su expareja. Ya en la parte final del libro se habla de un lugar en el que ella encuentra la paz mental, en el que se siente completa y a gusto, y que debe descubrir el propio lector o lectora.
A lo largo de las páginas de este relato se narra acerca de asuntos familiares, sobre amores y desamores, se habla del malquerer, así como del bienquerer y de las nuevas amistades. Todo un entramado de temas que hacen que el personaje de Olivia experimente una gran evolución.
La autora presentó su obra el viernes por la tarde en el Hostal la Torre, en un acto al que asistió el concejal de Turismo de Sant Antoni de Portmany, Miguel Tur, y que estuvo conducido por el jefe de cultura de Periódico de Ibiza y Formentera, Manu Gon.
Manchega de nacimiento e isleña de adopción, María Benítez es graduada en Publicidad y
Relaciones Públicas por la Universidad de Valladolid. Actualmente se dedica al mundo del
marketing digital y a la redacción de contenidos en Grupo Mambo. En declaraciones a este medio digital, la joven comenta que para ella escribir siempre ha sido una necesidad y una vía de escape que le parece «fabulosa», por lo que ha disfrutado preparando este trabajo y no descarta seguir escribiendo literatura: «No sé cómo será exactamente mi carrera en el futuro, y para mí escribir es más bien un placer, pero me encantaría continuar contando historias».
El título de esta primera obra es toda una metáfora, según explica la novelista: «Hace referencia al salitre, que fue una sustancia que se explotó mucho en una parte de Chile [uno de los personajes viene de este país latinoamericano] y que también aparece en las casas que están cerca de la costa. En estos casos empieza a colarse por las paredes y uno no se da cuenta hasta que se convierte en algo enorme; es una similitud con lo que ocurre con las personas, que de alguna manera también somos casas, cuando vivimos una relación tóxica».
Sinopsis de Salitre en la piel
A veces el camino a casa no es fácil. Y a veces, huir es la única manera de encontrar algo. Ojalá alguien te quiera tanto como yo quería huir. Ojalá esta fuera nuestra historia de amor.
Ven, que te llevo cerquita del mar. Ven, que te llevo a un lugar bello, tranquilo, hermoso. Un pedacito de tierra diseñado para el que disfruta del ser humano. Uno de esos lugares que crean sal en la piel y perforan tu memoria sin permiso alguno, haciendo que vuelvas a rescatar el brillo de las olas en cualquier época del año. Un lugar al que viajar física o mentalmente cada vez que la realidad venga de vista. Agarra una maleta vieja, un bikini o dos y salgamos pitando a ese lugar, aunque sea para hundir una vez más tus pies en la arena. Ven y quédate. He hecho café para toda la vida.
Ven, que te llevo cerquita del mar. Ven, que te llevo a un lugar bello, tranquilo, hermoso. Un pedacito de tierra diseñado para el que disfruta del ser humano. Uno de esos lugares que crean sal en la piel y perforan tu memoria sin permiso alguno, haciendo que vuelvas a rescatar el brillo de las
olas en cualquier época del año. Un lugar al que viajar física o mentalmente cada vez que la realidad venga de vista. Agarra una maleta vieja, un bikini o dos y salgamos pitando a ese lugar, aunque sea para hundir una vez más tus pies en la arena. Ven y quédate. He hecho café para toda la vida.