Sa Nostra Sala inaugura mañana, a las 20 horas, la exposición fotográfica ‘El llegat de Josep Maria Subirà’, que según las hijas del fotógrafo, Carmen y Marta Subirà, muestran un pequeño legado de imágenes de su padre que plasman «cómo eran los ibicencos en los años 50» y «los paisajes de Ibiza desde su mirada particular».
La consellera de Cultura y Patrimonio, Sara Ramon, ha resaltado que esta exposición es «un homenaje póstumo» a Subirà, fallecido hace diez años, «por su contribución al patrimonio documental gráfico» de la isla de Ibiza, ha informado el Consell de Ibiza en un comunicado de prensa.
Subirà nació en 1930 en Barcelona y su pasión fue siempre la fotografía. «Lo que le caracterizaba era que cuando llegó aquí, en 1955, tenía una particular manera de capturar a la gente y a los artistas, así como el legado documental que nos ha dejado de los artistas de aquella época», ha señalado Ramon.
La consellera ha remarcado que el fotógrafo era una persona muy generosa, que siempre regalaba fotografías para folletos y que promovía exposiciones tanto propias como de otros artistas, además de haber cedido muchas imágenes suyas de Sant Antoni al Ayuntamiento de Ibiza.
«Y aunque no dejó ningún papel que dijese que pasaban a formar parte del archivo del Ayuntamiento, sus dos hijas aquí presentes también han heredado esta generosidad», ha subrayado Ramon, quien ha invitado a disfrutar de la muestra para «conocer de primera mano la mirada de Josep Maria Subirà y el legado que dejó».
Por su parte, las hijas del fotógrafo han agradecido que esta exposición muestre «el gran trabajo» que dejó su padre. Marta Subirà ha detallado que en la muestra se encuentran «rincones especiales de la isla desde la mirada» de su padre y retratos «en los que su objetivo fue, no reflejar a la persona, sino recoger en una fotografía lo que esta persona representaba». «Y en los paisajes lo mismo, no sólo capturaba el espacio sino lo que es la idea de la isla», ha apuntado.
Además, ha agregado que otra de las pasiones de su padre eran las fotografías aéreas. «Le gustaba capturar en imágenes la isla desde puntos imposibles. Para él, Ibiza era un auténtico paraíso que le gustaba fotografiar», ha apostillado.