La culpa ha sido de la Peña, que pese a recibir un tanto en el minuto 41 (Lolo Pla recogió el segundo rebote que provocó una jugada a pelota parada de los franjiverdes, hoy de amarillo fosforito, y marcó a placer), le ha plantado cara a su potente rival, un club que hace tres temporadas estaba en Primera División. En la primera mitad, los peñistas jugaron de tú a tú al Elche sin generar demasiadas ocasiones. Alberto y Pomar, los centrales blancos, sudaban tinta para frenar las internadas de Sory, el potente delantero guineano que ocupó la punta de lanza de los visitantes.
El gol dio cierta tranquilidad a un Elche que, sin embargo, vio crecer a los peñistas según avanzaba la segunda mitad. Los tres cambios que introdujo Mori iban dirigidos a buscar el empate a toda costa. Górriz, Fran Núñez y Adeva, tres efectivos de ataque, fueron entrando en el verde y le dieron otro aire a la Peña, que contó con buenas internadas de Polanco (hoy, lateral izquierdo por la lesión de Gallardo) durante todo el duelo.
Górriz tuvo dos claros remates de cabeza a su favor, pero no encontró portería. Más tarde, cuando el partido se metía en el cuarto de hora crucial, se quedó solo delante de Juan José, mandando su chut lejos de los tres palos.
La ansiedad fue invadiendo a la Peña, que se quedó con diez al entrar en el descuento después de que Pomar, que ya había visto amarillo, arrollara a Iván Sánchez, el más talentoso del Elche, para cortar una contra. Así murió un partido que mantiene a los de Santa Eulària en la zona de descenso.
La imagen que está dando el equipo no rinde en la clasificación, aunque quizás sea una semilla que germine cuando el calendario cruce a los peñistas contra rivales más asequibles.