@Guillem Romaní / El Atlético Baleares ha sumado en el campo del Formentera (0-2) sus tres primeros puntos de la temporada en un partido que dominó en el primer tiempo y que se le puso de cara gracias a un penalti transformado por Xisco Hernández en el minuto 37. La segunda parte fue de los locales, pero un error defensivo y la falta de acierto en los metros finales les condenaba a la derrota en su debut en casa en Segunda División B.
El Atlético Baleares dejó claro desde el inicio del partido que quería el balón y que no iba a rifarlo a pesar de la presión del Formentera, más comedido a la hora de sacar el esférico controlado y abusando incluso en algunas fases del pase en largo.
El miedo a perder el cuero en posiciones de peligro frenaba la salida y llegada del conjunto que entrena Tito García Sanjuán, que sufre cuando no tiene el balón y tiene que correr detrás de él. De todas formas, no se descompuso con facilidad a pesar del esfuerzo que le exigía el rival, con una puesta en escena más aseada, raseando la bola de forma rápida desde la retaguardia y siempre un paso, un segundo, por delante de su adversario.
Quería pero no podía el cuadro de casa arrebatar el esférico al bloque mallorquín, que a pesar de ello no conseguía tampoco llegar con excesivo peligro a las inmediaciones del portal defendido por Marcos Contreras.
Con el paso de los minutos, sin embargo, la presión de los locales sobre la construcción del juego rival se fue diluyendo y como consecuencia de ello las llegadas por banda de los visitantes iban incrementando. Daba pasos pequeños pero firmes el Baleares hacia la meta de Contreras, aunque lo cierto es que ninguno de los dos había logrado disparar entre palos hasta el minuto 37.
Fue en este preciso momento cuando se produjo la jugada que pondría por delante a los visitantes. Un balón al espacio por la espalda del central dejó a Kiko en una situación de inferioridad con respecto al delantero rival y en su intento por desbaratar la acción de peligro tocó el cuero con la mano.
Penalti claro y poco protestado que Xisco Hernández se encargaría de transformar un minuto después, en el 38, con un disparo raso a la izquierda del meta del Formentera, Contreras, que se vencía al lado opuesto. El tanto dio un punto de tranquilidad al juego de los mallorquines y provocó cierta impaciencia en el Formentera, que poco pudo hacer para cambiar las cosas antes del descanso.
Necesitaba el Formentera mirar con descaro hacia la portería ajena para tratar de equilibrar el marcador y así lo hizo nada más reanudarse el partido. La lesión de Uche en la medular del Baleares restó consistencia en la contención y el el equipo local volvía a tener el balón y a ser él mismo.
Los visitantes preferían preservar el tanto de ventaja sin arriesgar y ante el empuje formenterense dieron un paso atrás para proteger su portería. Se lo pensaba el cuadro mallorquín a la hora de salir con el balón como no había dudado en los primeros 45 minutos, pero mantenía una tímida presión sobre el cuadro local.
A punto estuvo de empatar el partido el Formentera en el minuto 63, cuando Juan Antonio remató de cabeza un balón que venía del córner izquierdo e iba adentro hasta que se topó con el guante salvador del cancerbero del Baleares, que desvío en última instancia.
La tuvo de nuevo el conjunto de casa para empatar en el minuto 76, cuando el meta visitante desvío con el pie un tiro de José Antonio y el balón cayó en la bota de Dailos, que, sin esperarlo, tuvo que rematar de primeras. El cuero salió despedido por la cepa del palo derecho del portero, que estaba en el suelo, batido. Rozaba el empate el Formentera pero le faltaba una pizca de fortuna y puntería para equilibrar la balanza.
El dominio formenternse era más evidente a cada minuto al igual que su presencia en el área del Baleares. Incluso reclamó un penalti por un contacto dentro del área sobre José Antonio en el minuto 80 que el árbitro no vio y que no parecía.
Arriesgaba el conjunto de Tito García Sanjuán y eso tuvo sus consecuencias. Un error defensivo desembocó en el tanto de la sentencia del Baleares. Xisco Hernández recogía el cuero a un paso del área rival para dejarlo de espuela ante la llegada de Gerard Oliva, que de tiro raso y cruzado marcaba el segundo y dejaba el encuentro sentenciado ante la incredulidad del público y de los propios jugadores locales.
Pagó al final el Formentera el peaje de los errores en un partido en el que pudo puntuar ante uno de los conjuntos que están llamados a estar en la zona alta de la clasificación, un Atlético Baleares con mucha calidad individual y que sabe perfectamente a lo que juega y lo que debe hacer en cada momento.