@Noudiari / Unicaja Almería, grande entre los grandes del vóley español, nunca se le ha dado demasiado bien al Ushuaïa Ibiza. Eterno verdugo de los amarillos, volvió a hacer honor a su tradición en Es Viver. Llegó, vio y, como casi siempre, venció. Al joven conjunto vilero, que venía de ganar con mucha solvencia en la pista de Río Duero San José, todavía le faltan mimbres para superar gigantes como los almerienses.
Pero no fueron ellos los que empezaron a encarrilar el partido para los almerienses, sino Jorge Almansa y Thiago Maciel. Seis tantos cada uno decidieron la primera manga ante un Ushuaia demasiado coral, que echó de menos una mayor aportación de su opuesto, el joven Luca Biliato. Poco rastro tampoco había del buenhacer del sorprendente colocador Pedro Luiz Putini, MVP de la pasada jornada en Soria. Al final, la manga cayó del lado andaluz justo con el marcador más amplio hasta ese momento, con un cómodo 19-25.
La caída libre de Ushuaia continuó en el segundo set. Los almerienses olieron la sangre en la yugular amarilla, y en un visto y no visto abrieron una brecha casi insalvable en el electrónico (3-11). Una buena muestra del desconcierto ibicenco fueron los dos aces seguidos que consiguió Monfort al servicio.
Reacción tardía
Thiago Maciel seguía a lo suyo, anotando desde el 4. Tras el tiempo técnico, el Ushuaïa reaccionó algo, pero la renta ahorradora parecía demasiado grande. Un buen tanto de Del Carmen acercó a los amarillos a 4 (13-17), tan cerca, y tan lejos… La reacción ibicenca no hizo temblar el pulso a los de Piero Molducci, que tiraron de oficio para mantener el colchón. Un tanto de Biliato algo afortunado acercó a Ushuaïa a tan sólo 2 tantos, pero fue el último estertor antes de la muerte de la manga. 21-25, 0-2 y una montaña por subir si se quería sumar.
Ya con poco que perder, el Ushuaia pareció quitarse de encima kilos de presión, y comenzó la tercera manga a un mejor nivel. Gabriel del Carmen, Monteagudo y Sugrañes conectaron algunas buenas acciones, y el intercambio de golpes se pareció más a lo que en la previa del duelo estaba en la cabeza de Marcelo de Stéfano. Sugrañes también se vino arriba y, ahora sí, conectó algún bloqueo ganador.
Polémica
Otro bloqueo poderoso, de Monteagudo, igualaba el encuentro (10-10). Una polémica decisión arbitral en un balón que aún no sabemos si rozó o no Víctor Sánchez, un error de Biliato y un bloqueo de Diedhou volvieron a dar renta a Unicaja (11-15). Ésta ya peligrosa, ésta ya con poco margen.
La voluntariosa aportación de Arthur Borges (cuanto le necesita el equipo en tiempos de plantilla corta) mantuvo un hilo de vida. El técnico argentino de los de Vila se desgañitaba en el banquillo ante una derrota que parecia inevitable (15-19).
Un gran remate, ahora sí, de Biliato y un bloqueo extraordinario de Putini acortaron la ventaja de Unicaja a sólo dos tantos (17-19), pero fue sólo un espejismo. Sólo quedaba esperar al final, que llegó con un bloqueo de Ignacio Sánchez (21-25). Unicaja, como Teruel, aún quedan algo lejos.