Fotos: Toni Escobar
@Noudiari / Si a un grupo prácticamente nuevo en su totalidad, le colocas delante un calendario diabólico, con el campeón vigente, el Urbia Palma, y el eterno aspirante a todo, el Teruel, en las dos primeras jornadas, el resultado puede ser desolador, 3 sets a 0. Han sido dos derrotas, sí, pero al menos las sensaciones que viene dejando el equipo dan para la esperanza.
Y eso se consigue a base de resultados. El 7 de Marcelo de Stéfano (el uruguayo es el punto de unión entre el “viejo” Ushuaïa y el de ahora) llevó la iniciativa en el luminoso durante buena parte del set. Gustaban los nuevos, sobre todo Joaquín Monteagudo y Gabriel del Carmen.
Y, como esto de las apariencias también cuenta, el público de Es Viver ya tiene un nuevo ídolo para la vista (a falta de las rastas de Edmond Solanas o el peinado de Elvis de Oliveira): la barba eterna de Luis Filipe Putini. El inicio prometedor amarillo se fue diluyendo ante un Teruel que quiere seguir siendo el monstruo que siempre fue.
Los aragoneses fueron creciendo con el paso de los minutos, hasta darle la vuelta al marcador y conseguir su primera renta pasado el ecuador del set (17-18). La madurez de los naranja y negro hizo el resto: 25-27 para Teruel la primera manga. A arremangarse.
El conjunto amarillo no pareció acusar demasiado el golpe. Los primeros compases del segundo set se parecieron a los de la primera manga. Primeros puntos y primeras rentas, pequeñas, eso sí, amarillas. La contribución ofensiva seguía siendo coral, con tantos de Biliato, Del Carmen, Monteagudo y algún que otro error maño.
Galones
El Teruel seguía a lo suyo, con el mismo guión, haciendo la goma siempre en el electrónico, oliendo el cuello de su rival hasta situarse por primera vez por delante con un ace de Radunovic, que seguía a lo suyo (8-9). Al tiempo técnico, preocupante 10-12 para Teruel.
Pese a que al volver del parón Teruel aún aumentó su renta al 10-13, Ushuaïa pareció despertar. Así, tras un buen tanto de Biliato, igualó a 14. Pero una vez más, los tantos decisivos del set se le atragantaron a los jóvenes amarillos.
Los turolenses, con más galones (está por ver a lo largo de la temporada si más voleibol), supieron aprovechar la falta de precisión, de sangre fría y de saber hacer de los locales en los momentos clave y abrieron brecha en la manga hasta apuntársela con más comodidad de lo que nadie esperaba (17-25).
El punto final, un servicio directo que los amarillos se miraron creyendo que no iba adentro, fue la rúbrica de unos instantes para olvidar. 0-2, y desesperación en un Marcelo de Stéfano que lo veía marrón tirando a negro.
Opuesto con urgencia
El Ushuaïa quedó aturdido con el segundo golpe a su tez postadolescente, y le costó entrar en el tercer set (0-3). A De Stéfano tampoco le da la plantilla, corta de efectivos a la espera urgente de un opuesto (con el “veterano” Arthur Borges lesionado) para muchas revoluciones.
El equipo, eso sí, supo hacer de la necesidad virtud, y a falta de un líder ofensivo encontró en el reparto de las tareas su mejor opción. Putini buscaba el 2 y el 4 indistintamente, y la cosa pareció funcionar (12-11). El Ushaïa se resistía a ceder por la vía rápida, y se agarró a la vida.
Un tanto espectacular que acabó cayendo del lado turolense ras un intercambio larguísimo supuso el empate a 17. No sabemos hasta dónde podrá darle al Ushuaïa el talento del grupo, pero quedó claro que por ganas e intensidad, este año, no será.
Para muestra, un botón: el gran remate por 2 que se marcó el colocador César Martín, hasta ese momento casi inédito sobre la pista (19-19). Pero una vez más, como en las dos mangas anteriores, el traje de faena de Teruel encajaba mejor en un cuerpo maduro, y la victoria en el set, y ya en el partido, quedó cerrada con un remate del brasileño Augusto Renato Colito.
El Eivissa había jugado bien, pero la falta de opciones en el banquillo, y la de experiencia, acabó siendo letal. Dos partidos, dos derrotas, pero eso sí, contra Palma y Teruel. Las curvas acabarán, seguro, y llegarán caminos más fáciles.