El Ushuaïa Ibiza Volley ha sido víctima del implacable rodillo del Melilla, que este sábado le ha pasado por encima, 0-3, de forma implacable. Los insulares necesitaban jugar un partido casi perfecto para superar a un rival que esta campaña vive instalado en las plazas de vanguardia de la máxima categoría del voleibol nacional, pero no fue el caso.
El primer set cayó del lado de los visitantes, que entraron al partido enchufados y de un chispazo electrocutaron los ánimos de los de casa con un 13-25 que muestra por sí solo lo que fue el primer set del choque.
El Ushuaïa Ibiza Volley trató de remontar el vuelo en el segundo, y aunque estuvo bastante mejor, eso no fue suficiente y el Melilla se llevó también la segunda manga, 20-25.
El conjunto ibicenco no arrojó la toalla, y peleó en el tercer set por alargar el partido, recortar las diferencias y anotarse al menos una ronda. Sin embargo, el conjunto norteafricano no se lo permitió, y con un 21-25 cerró el encuentro y evitó que siquiera asomara la cabeza en el tanteador.
La temporada sigue siendo una montaña tan elevada como escarpada para el Ushuaïa Ibiza Volley, que, por primera vez desde que consiguiera el ascenso a la Superliga Masculina de Voleibol, ve peligrar la permanencia.
Anclado en la penúltima posición de la tabla, deambula por la cuerda floja y cualquier traspiés inesperado ante rivales de esos en los que se va a jugar la vida podría precipitarle un escalón por debajo de la categoría que ostenta en la actualidad.
De todas formas, el conjunto tiene potencial y calidad suficiente como para evitar este supuesto y salvar la papeleta en una campaña en la que, desde el principio, le ha tocado nadar a contracorriente.