@Noudiari / Negros nubarrones se ciernen sobre el futuro del Atlético Isleño en la Liga balear de Tercera División. Cayó el equipo de Can Misses por la mínima en su desplazamiento a Sóller, 1-o, lo que supone meter un pie en el descenso y dejar su suerte fiada a la última jornada de la Liga, a los decensos de los equipos de Balears de Segunda B, que serán dos, y a los posibles ascensos que se produzcan en el grupo XI de Tercera y que liberarían alguna de las plazas de descenso, hasta cinco, que se prevén esta temporada en el campeonato.
Anda el Isleño con la moral baja y la autoestima quebrada en un tramo final de torneo en el que da la impresión de que se le han agotado las pilas. Ha podido ganar como perder por goleada en campo de un Sóller que sin hacer un gran partido ha sabido amarrar los tres puntos. Una dolorosa derrota la del Isleño, que se ha precipitado al vacío desconociendo si funciona o no el paracaídas que lleva atado a la espalda y cuyo aterrizaje puede resultar dramático para el porvenir de la entidad.
El partido ha comenzado con dominio local. El Sóller ha salido muy fuerte desde el principio y ha puesto cerco a la meta ibicenca desde un buen principio. Ha dispuesto de dos claras ocasiones en el arranque, con un mano a mano errado por Tomeu Reynés y un chut al larguero de Marc Tovar.
El equipo local ha ido de más a menos, y en los últimos instantes del primer periodo ha cedido la iniciativa al conjunto de David Torres, que p0co antes de marcharse al descanso ha probado suerte en los que han sido sus dos primeros disparos entre los palos, en los que no ha tenido fortuna.
La segunda parte no ha tenido un claro dominador y el partido ha carecido en calidad y vistosidad por el ir y venir de unos y otros al área del rival. El Isleño, conscientes de lo que se jugaban, ha pisado el acelerador y ha empezado a tener claras ocasiones de gol.
Cuando todo hacia preveer que el Isleño marcaría, ha llegado el gol local. Saque de esquina y gol tanto de Ianis, que ha entrado con todo haciendo imposible la estirada de Torres.
A partir del gol del Sóller, el Isleño ha ido a por todas para al menos y como mal menor empatar el partido. Ha sido en estos minutos en los que los locales han podido matar el partido a la contra, puesto que ha gozado de hasta tres contragolpes para hacerlo en los que, sin embargo, no ha sabido concretar.
Nervios al final del partido en el bando visitante, que se han saldado con la expulsión de uno de sus jugadores, Tomás, por increpar al colegiado. El Isleño debe ganar la jornada que viene su último partido de Liga en casa y encomendarse después a terceros para no decir adiós a la categoría.
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