@V. R. / Un gol de Gregori en el minuto 94 de partido da ventaja a la UD Ibiza en el partido de ida de la última eliminatoria de ascenso a Segunda División B ante el Atlético Levante (1-0), que se decidirá el domingo que viene en la ciudad deportiva de Buñol. Los ibicencos viajarán con una renta mínima pero muy importante en su lucha por subir y jugar el curso que viene en la categoría de bronce del balompié nacional, ya que la presión y el marcador jugarán en contra de su rival.
El Ibiza estuvo mejor en el primer tiempo. Se hizo con el control del balón y fue el amo de la zona ancha, aunque eso no se tradujo en grandes ocasiones de gol. El cuadro valenciano funcionaba a fogonazos y de forma intermitente, aunque cuando progresaba por cualquiera de los dos flancos daba sensación de peligro.
Primer aviso y toda una declaración de intenciones de los futbolistas de la UD Ibiza, que no iba a dejarse amedrentar por la calidad técnica del filial del Levante. Hasta el minuto 36 del primer acto no volvió a verse una buena acción ofensiva en el encuentro, en esta oportunidad a cargo de los visitantes.
Álex se hizo con el cuero en el centro del campo y avanzó hasta las inmediaciones del área ibicenca, desde donde lanzó un obús que encontró la dureza del palo en vez de la suavidad de la red. Su tiro silenció por unos segundos el campo municipal de deportes de Can Misses, donde se congregaron cera de 2.000 personas para animar a su conjunto y mostrar su interés por el equipo y porque el curso deportivo que viene haya en Vila fútbol de Segunda B.
La réplica local no se hizo esperar y solo cinco minutos después el Ibiza volvió a gozar de una jugada clarísima para tomar ventaja en el marcador. Terán, sin embargo, malogró un buen envío de Adrián Ramos que le dejaba en franca ventaja ante el portero del Levante con un disparo que se perdía desviado por encima del larguero. Con esta ocasión en la retina del espectador se llegó al descanso.
Igualdad
La igualdad siguió presente sobre el terreno de juego tras el intermedio, aunque con cambios significativos con respecto al primer tiempo. El Ibiza quería seguir gestionando el cuero, pero no se le veía con la misma frescura. El Levante dio un paso adelante, empezó a disputar la posesión y a partir del minuto 50 puso cerco sobre el área insular y a punto estuvo de marcar en varias ocasiones bien defendidas en última instancia o lanzamientos marrados.
Los locales habían perdido presencia en la zona ancha y Rufete cambió un delantero, Ramos, por un centrocampista, Gámiz, en el minuto 69 de partido. La idea era clara. Había que recuperar el balón para no estar corriendo detrás de él, algo que podía agotar el depósito de la gasolina de sus futbolistas antes de tiempo, y más aún en vista del sofocante calor bajo el que se estaba disputando el encuentro.
La sustitución surtió un efecto inmediato en el juego del Ibiza y fruto de la recuperación del balón llegó, en el minuto 75, su primer disparo a puerta en la segunda mitad, obra de Cirio. El meta atajó el chut, pero las sensaciones volvían a ser favorables para los de casa, que habían logrado frenar el ímpetu de su adversario para mantener el equilibrio en el campo.
Cuando el encuentro parecía condenado al empate, Gregori marcó para el Ibiza el tanto de la victoria en una jugada personal por banda izquierda con la que batió de tiro raso y cruzado al portero del conjunto valenciano, que se quedó planchado sobre el campo tras el esfuerzo realizado por mantener su portería a cero. El ascenso está más cerca, pero aún queda una batalla, la del campo del Levante, que se prevé apasionante.