@Noudiari / El último ha frenado al primero. El Ibiza, hasta la fecha líder en solitario, ha cedido un empate tras ocho victorias seguidas en la Liga balear de Tercera División en el campo del colista, el Petra (1-1). Este tipo de situaciones representan aquellas pequeñas cosas que hacen grande el fútbol, donde no se puede dar nada por hecho de antemano, por muy evidente que parezca.
En esta ocasión no ha habido vencedores ni vencidos, aunque a unos el empate les sepa a victoria y a otros a derrota. Lo cierto es que el liderato en solitario le ha durado al Ibiza un telediario. El Poblense ha arrollado al Alcúdia (0-4) y ahora es, en detrimento del Mallorca, el rival inmediatamente más príximo y peligroso con que cuenta en la clasificación.
El Ibiza no ha tenido el día, a pesar de haber gozado de más y mejores ocasiones de gol a lo largo del encuentro. Verdúa ha adelantado a los suyos en el minuto 29 y todo parecía indicar que el encuentro iba a resolverse a favor de los visitantes por inercia. Sin embargo, en el segundo tiempo, el Petra se ha encontrado con un penalti a favor que Jordi Font ha materializado en gol y su equipo ha crecido en la defensa del resultado, de un punto que no le soluciona la papeleta pero que le da un respiro y una bocanada de aire fresco con la que afrontar de otro modo la delicada situación por la que atraviesa.
El liderato quema. Lo ha tenido el Mallorca desde la jornada tres a la doce y ahora está en poder del Ibiza con la oposición del Poblense. Al Alcúdia le duró dos semanas. El vértigo de verse arriba y la presión que ejercen los perseguidores ha dado sus frutos, en unos casos antes y en otros despuñes. Lo que le ha ocurrido al equipo de Toni Amor esta semana no debería pasar de la categoría de anécdota, pero eso depende de lo que pase en las próximas semanas en el seno de un club donde la paciencia no es virtud.
No ha fallado esta semana el Mallorca, que con una contundente victoria por 3 a 0 sobre el Constancia se engancha de nuevo al comprimido tren de cabe de una Liga que se decanta por un pulso a tres bandas por la primera posición, el título y la ventaja que eso otorga de cara a la consecución del ascenso a Segunda B, que es el objetivo del grupo de cabeza de un campeonato en que, salvo sorpresa mayúscula, no se espera a ningún otro candidato.
Suena Michel…
Suena Michel…