@Pablo Sierra del Sol / El Mercadal parece traer el mal tiempo a Eivissa cada vez que juega contra el Sant Rafel. La temporada pasada el partido que se celebró en el Municipal rafeler se tuvo que suspender al descanso por culpa de la niebla. Esta tarde, el duelo que ha enfrentado a menorquines e ibicencos se ha disputado en una piscina. Las intensas lluvias que han caído durante todo el día en la isla habían llenado el césped artificial de charcos y chichones que complicaban sobremanera la práctica del fútbol. No quedaba más recurso que el balonazo.
Así han transcurrido los primeros minutos del encuentro, con el Sant Rafel jugando en el lado del campo donde se podía crear peligro: tenía a favor las fuertes rachas de viento que azotaban el rectángulo. Esa circunstancia la han aprovechado los efectivos de Vicente Román. Las internadas se han convertido en córners y jugadas a balón parado.
En una de esas acciones, el Mercadal ha cometido penalti sobre Baena. Arbeloa no ha dudado desde los once metros, colocando el 1-0 en el marcador. La tarde se presumía feliz para los blues cuando la cincuentena de irreductibles aficionados que han acudido al Municipal ponían el uy en el cielo tras dos ocasiones claras que ni Arbeloa ni Juanfran supieron culminar.
El descanso traía consigo el temido cambio de campo. Para más inri, el viento se ha intensificado en el segundo tiempo, haciéndole imposible al Sant Rafel trenzar una jugada decente de ataque tras el descanso. En cambio, el Mercadal se ha ido creciendo con el paso de los minutos. Hortal ha tenido que intervenir con los guantes y con la bota derecha para detener un par de disparos peligrosos de los menorquines.
Cuando solamente qeudaban siete minutos para el pitido final (parecía que lo peor ya había pasado), David Mas se ha sacado un disparo de la manga a 30 metros del marco que ha significado el empate. El ‘9’ del Mercadal le pegó en carrera, el balón cogió velocidad tras botar dos veces sobre el deslizante césped y Hortal no pudo atajarlo.
Aunque el Sant Rafel intentó venirse arriba en los estertores del partido, el intento fue en vano. Dando una imagen más que notable en medio de tarde de perros, los rafelers despiden el año con el mal sabor de boca que supone el fin de su racha de victorias. El asalto al playoff tendrá que esperar.