@V. R. / El gol lo es todo en el fútbol y El Ejido lo ha demostrado esta jornada en el campo de la UD Ibiza, donde el equipo de casa ha sido mejor, ha gozado de más oportunidades y ha merecido mucho más la victoria que su rival. Sin embargo, éste ha marcado tres goles en tres fogonazos con los que ha desplumado en pleno vuelo a su adversario, 1-3, y se ha llevado los tres puntos sin la necesidad de jugar bien.
El Ibiza ha perdido con el de hoy tres partidos en su estadio de Can Misses, el de esta jornada de forma incomprensible en vista de lo expuesto por unos y otros sobre el rectángulo de juego.
El equipo insular ha pecado de novato ante un rival con un acierto de cara a puerta que ha resultado demoledor. Entró al partido el bloque ibicenco con las ideas claras y se hizo con el cuero. De sus botas salieron las mejores pinceladas de fútbol de todo el partido, pero el gol era cosa del rival.
El Ejido se adelantó en el marcador a los 16 minutos de partido con un tiro raso de Alfonso que ponía contra las cuerdas a los locales, que reaccionaron de forma súbita poniendo cerco sobre el área contraria. Tras varias buenas oportunidades, Javi Serra logró equilibrar el marcador tras una asistencia de Borriello a las puertas del descanso, minuto 41.
El desenlace quedaba aparcado para una segunda parte en la que la UD Ibiza tuvo, de nuevo, un comienzo esperanzador. Pero de nuevo la suerte le dio la espalda al cuadro ibicenco, que cuando mejor estaba jugando se encontró con el segundo tanto en contra, en esta ocasión obra de Samu Corral en el minuto 66.
Jarro de agua fría para los insulares, que se quedaron muy tocados por la efectividad de su adversario, que no necesitaba combinar más de la cuenta para plantarse ante la meta ajena y perforarla. Explotó El Ejido sus recursos como nadie, buen contragolpe y músculo en la zaga, donde estuvo certero en las jugadas claves.
Doble cambio
El preparador de la UD Ibiza, Palop, hizo un doble cambio en el minuto 71 dando entrada a Fobi y Rodado, que sustituía a Borriello. Justamente Rodado la tuvo ante puerta nada más salir al campo, pero su disparo desde dentro del área se perdió cerca del palo izquierdo del mata visitante. La falta de puntería volvía a privar del gol al cuadro de Palop, que llegaba pero no concretaba, todo lo contrario que su rival, que tuvo cuatro y marcó tres.
Cuando más atacaba el Ibiza para igualar el marcador, una nueva contra del rival acababa de nuevo en gol, esta vez obra de Marcelo en el minuto 85, 1-3. El gol dejó completamente planchado al conjunto ibicenco, que lo había hecho prácticamente todo bien pero volvía a perder en su estadio y ante su gente, que no gana para disgustos.
El efecto Palop, por tanto, se diluye solo una semana después de que sumara su primera victoria en su nuevo equipo y la primera del grupo en Can Misses. El fútbol, a veces, no es justo, aunque hay que convenir que si se conceden tres goles algo no funciona del todo bien en el engranaje de un bloque, como, en este caso el Ibiza, al que le falta equilibrio, saber controlar los tiempos y acierto en los metros finales. El equipo llega, pero no define, y esta circunstancia, por norma general, acaba pasando factura.
Con esta derrota, la UD Ibiza cae a las posiciones de descenso de la Liga de Segunda B (Grupo IV) tras la disputa de siete jornadas y los objetivos de la directiva de «luchar por lo más alto independientemente de la categoría en la que se juegue» se antojan harto complicadas para esta temporada. En vista de los resultados, la permanencia se ha vuelto ahora mismo en la meta del equipo, al que le está costando un mundo hacerse con el pulso de la categoría.