@Pablo Sierra del Sol / Durante los primeros 20 minutos de la segunda parte la Peña Deportiva iba camino de conseguir su séptimo empate en catorce jornadas. La sensación de que los santaeulalienses dejaban escapar una oportunidad casi única para hincarle el diente a la amplia diferencia de puntos del todopoderoso Poblense de Óscar Troya invadió Can Misses. La inquietud para los visitantes se prolongó hasta que Ramiro colocó una pelota botada desde el córner en la cabeza de Borja Pando, su rematador favorito. En la Villa del Río se saben de memoria la suma casi infalible que se repite desde hace unos años: Ramiro más Pando suele ser igual a gol. Esta tarde lo ha comprobado el Ciudad de Ibiza, rival de los peñistas en un derbi que consiguió empatar pero que ha acabado cediendo por 1-3. Los de Ibon Begoña han perdido su imbatibilidad como locales, pero quizás la imagen de impotencia del equipo en el último tramo de partido hace más daño que la derrota ante un rival que disputa otra liga muy diferente a esta escuadra recién ascendida.
A lo largo de la primera mitad, el City le intento plantar cara sin éxito a la Peña. Eran minutos que dejaban más juego que ocasiones en el bagaje del club de Santa Eulària. Piquero probaba suerte antes del 10′, pero era Winde quien, sin saltar, remataba de cabeza al fondo de la red al cuarto de hora de juego. Carlos Pérez, recién fichado del Formentera, no podía hacer nada para evitar el 0-1 peñista. Rubén Martínez, que se encontró un rechace en el área chica y remató fuera, y Madrigal, que estrelló una falta en la madera, pudieron adelantar a los blancos.
Había que calibrar el punto de mira y, mientras la Peña se aplicaba a corregir la dirección de sus disparos para ampliar el marcador, el Ciudad de Ibiza despertó para trenzar una jugada al filo del descanso que plantó a Brian Triviño delante de Ángel Ramírez. El valenciano tiene electricidad en sus botas y en el regate se fue del meta andaluz. Ramírez le toca lo justo como para provocar un penalti que hubiera supuesto su expulsión, pero Brian decide embocar a gol mientras su cuerpo se bambolea por el impacto con los brazos del portero. Aunque tocó el balón en Madrigal, el delantero del City consiguió embocar con la sangre fría que derrocharía un golfista ante el putt definitivo para enfundarse la chaqueta verde en el Masters de Augusta.
Terán puso la quinta marcha para evitar que a esta Peña que sigue sin conocer la derrota se le escaparan dos puntos más. El extremo entraba por ambos costados y a punto estuvo de hacer el segundo en el 56′. El Ciudad de Ibiza esperaba atrás, con la línea de cinco defensas sosteniendo el dibujo de un equipo al que le faltaban efectivos cuando se descolgaba al ataque. Los laterales no se prodigaron demasiado en campo contrario y Brian y Adrián Ramos (quien se batió el cobre con los centrocampistas de la Peña y dispuso de una buena ocasión que abortó Ángel Ramírez) se encontraron demasiado solos en territorio enemigo. En esas Dani Mori tiró de banquillo y vio en apenas un minuto el enfado de Piquero por ser el sustituido y la alegría del sustituto, un Ramiro que salió, besó el santo y fabricó el 1-2.
La falta de ambición y el desgaste físico del City pusieron el partido cuesta abajo para la Peña. En el descenso hacia la meta de los tres puntos, Terán le quebró la cintura a Adrián Rosa y proyectó una rosca con la diestra al palo largo de Carlos Pérez. El extremo anotaba el tanto más bello del encuentro y se sacaba la espina del derbi jugado el martes contra el Formentera, donde se le escurrió el gol de entre las botas. Este domingo la Peña se va a dormir a partido y medio (cuatro puntos) del Poblense.