Fútbol Pitiuso · Francisco Natera El Sant Jordi, después de dos jornadas sin saborear las mieles del triunfo, ha vuelto a degustar su dulce sabor en el derbi ibicenco derrotando a un Portmany que ha claudicado víctima de su falta de acierto en el remate. Todo lo contrario que el equipo de Can Guerxo, que ha aprovechado el gol en propia puerta de Guille (m. 36) y otra acción de Manu Perona (m. 64) para llevarse tres puntos de oro y seguir en la zona de vanguardia de la clasificación.
Buen ambiente en el coliseo verdinegro para presenciar un duelo entre dos adversarios al alza. Durante los primeros compases, muchas precauciones defensivas y jugadas de ataque con cuentagotas. Lo normal en un encuentro de máxima rivalidad. Unos y otros se tanteaban en la medular, buscando el fallo del adversario para adelantarse en el marcador. Y fue pasada la media hora de partido cuando Guille ponía al Sant Jordi con ventaja en el marcador para desesperación de su equipo.
El Portmany no se descompuso y buscó la portería de Tejada para meterse en el encuentro, pero se llegó al descanso con victoria de los locales por la mínima. Tras el asueto, el conjunto de Montalbán y Carlos Marí se hizo fuerte en el centro del campo y no perdió de vista el arco rival. Roberto y Marc Soldat peleaban arriba en busca de un balón franco que les metiese en el partido, pero esta ocasión no llegaba y el bloque de Juanjo Cruz sacó tajada de una rápida acción por la banda derecha para finiquitar el derbi. Pedro Vargas centró de manera inapelable y Manu Perona remachó el balón a la red.
El Sant Jordi asestó un golpe mortal a su oponente, aunque éste se resistía a morir y hasta el último segundo buscó la gesta. Tuvieron los sanantonienses un par de oportunidades, pero falló la puntería. Al final, el plantel jordier pudo celebrar su cuarta victoria de la temporada y brindársela a su fiel afición, que esta tarde quiso acompañar a su equipo en gran número.