@V. R. / A la Peña Deportiva le cuesta cerrar los partidos y eso le hace vivir en el filo de la navaja hasta el final. Ante el Ciudad de Ibiza ha tenido el partido y al rival controlado durante mucho tiempo. Se ha puesto 2 a 0 en el marcador en el minuto 24. Daba la impresión de que el derbi estaba resuelto. Hasta que el minuto 59 ha abierto la puerta y ha invitado a su adversario a meterse de nuevo en un encuentro que tenía perfectamente dominado. Ha sido con un gol casi regalado en un mal despeje del meta local. La acción ha arrojado la dosis de emoción necesaria como para mantener a la grada en vilo hasta la conclusión del choque, en el que ha habido pinceladas de buen juego pero en el que, por lo general, ha imperado la imprecisión.
El equipo de Ibon Begoña ha saltado al terreno de juego con las ideas muy claras. Ha presionado arriba y, producto de la intensidad plasmada sobre el terreno de juego, ha complicado la salida aseada de balón que intentaban llevar a cabo los peñistas. De todas formas, los futbolistas que entrena Dani Mori han ido ganando poco a poco la batalla en el centro del campo y no han tardado en aparecer en ataque. De hecho han abierto la lata en una de sus primeras llegadas con peligro, minuto 15. Bernal ha botado una falta desde el costado izquierdo y ha dirigido el cuero con precisión hacia el punto de penalti, donde el más listo de todos, Piquero, le ha ganado la partida a la defensa para rematar de cabeza a la red. Jugada de libro, iniciada con maestría y ejecutada con oficio, 1 a 0.
La cálida tarde de primavera se ha enfriado de repente para los visitantes, penalizados al primer descuido por un equipo que sabe aprovechar como pocos este tipo de acciones. La ventaja le ha dado a la Peña seguridad y confianza para seguir con el plan que había trazado. Solo nueve minutos después y en otra jugada que ha comenzado a balón parado, un córner, Borja Navarro se ha encontrado en el segundo palo un balón muerto al que nadie había conseguido llegar para meter el pie y redirigirlo a la red.
Tranquilidad relativa
El 2 a 0 auguraba una tarde tranquila para los de casa, que no querían desaprovechar la oportunidad de colocarse a tres puntos del segundo, el Poblense, y seguir recortando las diferencias con respecto al dúo de cabeza, con el que tienen el golaverage ganado. Eso le otorga un hilo de esperanza en cuanto a la posibilidad de acabar ganando la Liga cuando faltan de cinco partidos para el final del torneo. Y en vista de las escasas apariciones del Ciudad de Ibiza en ataque nada hacía presagiar lo contrario tras el primer tiempo. Pero es en estos momentos en los que a la Peña le cuesta cerrar los partidos y tras la reanudación se complicó ella sola el partido.
Los visitantes aceptaron el obsequio de Torres para igualar el partido con un gol de Adrián Rosa en el minuto 59 y de ahí al final su asedio fue sistemático. Lua estuvo cerca de empatar el partido en el minuto 63, lo mismo que Gallego poco después. Ambos se toparon con la agilidad bajo palos del portero, que se resarcía con sus intervenciones. Se agotaba el tiempo y eso obligó al Ciudad de Ibiza a ir cada vez con más efectivos arriba para tratar de sumar al menos un punto en Santa Eulària, y ahí fue cuando la Peña empezó a hacerle daño a la contra. Pudo sentenciar Terán justo antes de ser sustituido por Moreno en el minuto 76, pero el meta visitante le ganó la partida en el mano a mano.
Los nervios crecían en la Peña e impedían templar el juego y poner pausa al desorden. La falta de acierto en el pase era en este momento del partido una constante por ambas partes. Los últimos instantes fueron un correcalles. los visitantes colgaban balones al área de forma desesperada mientras que los locales trataban de salir a la contra para matar el partido, que pudo acabar en empate o con un truiunfo holgado de los peñistas, que en el 86 y en el 89 volvían a desaprovechar dos clarísimas ocasiones desbaratadas por el meta cuando los delanteros lo tenían todo a favor para marcar.
Supo sufrir la Peña para llevarse el derbi y mantiene, con este triunfo, la presión sobre los de arriba al tiempo que conserva la distancia con el cuarto, el Alcúdia, que aprieta por detrás. A cuatro puntos del primero y con solo tres menos que el segundo, los de Santa Eulària entran en la fase decisiva del campeonato sin haber dicho la última palabra.