V. R. / El HC Eivissa ha caído derrotado ante el Elda en es Pratet en uno de esos partido que hacen afición, con un final de infarto y el público volcado con su equipo hasta el final. Perder siempre duele y cuando es por poco más, 24-25, como en este caso. Sin embargo, en un análisis en frío hay que tener en cuenta factores que suman a favor de los ibicencos, que deben mirar con perspectiva al margen del resultado, de la primera derrota desde que empezara el año. El equipo va a más y ha hallado el camino y tomado el pulso a una competición en la que es nuevo.
Afrontaban el grupo insular el encuentro con la importante baja de Noel Cardona, lesionado, y sin Tilves ni Alberto Vicente, y se medía a un grupo con un amplio fondo de armario, en el que las sustituciones no afectaban al rendimiento del engranaje colectivo. Aún así, los de Félix Mojón, técnico local, han estado metidos en la pomada hasta el final. Incluso han gozado de una acción para empatar con el crono ahogando la posesión después de encajar un gol inverosímil que ha entrado por donde nadie intuía, ni siquiera el meta Gonzalo, que ha estado impresionante.
No se le puede negar la casta al conjunto insular, que ha tenido en Santi Maillo a su mejor hombre. Al imprevisible jugador del HC Eivissa no le tiembla el pulso cuando se la juega con rivales de superior envergadura. Le va la marcha y se crece ante la adversidad. Abre las defensas ahí donde no hay hueco y se hace sitio en posiciones en las que otros solo ven una muralla. Ha estado muy bien, pero hay que convenir que el juego de conjunto ha sido lo que ha mantenido al HC Eivissa vivo hasta el último suspiro, con un Marc eléctrico, que sigue creciendo como jugador a pasos agigantados, y con un Miguel López a quien no hay quien pare desde los siete metros y al que le falta soltarse para acabar de desplegar todo el balonmano que lleva dentro, que es mucho más de lo que se ve desde fuera, sin que ello valga de crítica para alguien que lo da todo en la cancha.
Jamás se encontró cómodo el Elda ante una defensa que ha ganado en solidez desde su primer encuentro en casa, que presiona y desanima al rival. No es el mismo el conjunto ibicenco que el que empezó la Liga. Ha madurado de la mano de un Félix Mojón que ha hallado la tecla para transmitir a los suyos lo que quiere de ellos en la cancha. La mejora atrás y el trabajo de piernas está dando sus frutos y ha sido lo que ha permitido que el HC Eivissa haya dado un salto de calidad en el torneo, donde no se siente inferior a nadie.
Sin jugar bien en ataque, los locales se marcharon al descanso solo uno abajo en el marcador, 14-15. Tras la reanudación, la igualdad siguió presidiendo un choque en el que por primera vez en muchos partidos en casa los árbitros pasaron desapercibidos, como debe ser. Llegó el Elda a los minutos decisivos más fresco por la rotación, pero no sobrado de fuerzas como para marcharse en el luminoso. La falta de energía era compensada por el empuje de una grada batalladora, llena de buenos aficionados que prefieren un partido de balonmano a un Barça-Rayo por la tela, algo que tiene mucho mérito.
Los ibicencos perdieron por un gol, pero pocas veces una derrota ha dado tanto de sí y ha sellado de forma inquebrantable un compromiso recíproco con la afición, que ha recibido cuanto ha pedido, independientemente del resultado final. La victoria o la derrota ha pasado a ser algo secundario, siempre que sea de esta guisa.
– Ficha técnica:
24: HC Eivissa: Gonzalo Monroy, Miguel Ángel, Marc Torres (7), Fran Rubio (3), Santi Maillo (4), Miguel López (8/5p), Toni Roldán (1) -siete inicial-, Vicente Cortés, Curro Pérez (1), José Ramón, Carlos Ortega y José Manuel Jiménez.
25.- Elda: Fran Tirado, Sergio Rubio (7/1p), Andrés Marco (9), Raúl Medina (1), Amat, Bibagli, Vara (2) -siete inicial-, Ruano (1), Reyes (2), Beltrán (1), Córcoles (1) y Candel (1/1p).
Marcador cada cinco minutos: 1-3; 5-6; 7-10; 10-11; 13-14; 14-15 -media parte-; 16-16; 16-17; 19-19; 20-22; 21-24; 24-25 -final-.
Árbitro: Sánchez Muñoz y Meneses Costa, Colegio Murciano. Excluyeron dos minutos a los locales Fran Rubio y Miguel López y a los visitantes Andrés Marco, Raúl Medina y Reyes (2).
Incidencias: Unas 200 personas en es Pratet. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio por la muerte del padre del expresidente del HC Eivissa Joan Roig.