@Pablo Sierra del Sol / Los refranes acaban calando cuando acumulan a sus espaldas kilos de verdad demostrada y se convierten en hechos irrefutables. El Ushuaïa Ibiza Voley se aferra a ese dicho taurino de que no hay quinto malo para murmurarse a sí mismo aquello de aquest any sí. Esta tarde ha caído en Es Viver el Club Voleibol Teruel y esa derrota, la de los aragoneses, es noticia. Porque hasta ahora, en las cuatro temporadas que los ibicencos habían disputado en Superliga, vencer al quíntuple campeón liguero y cuádruple vencedor copero era soñar despierto.
Ahora, el mejor cuadro de la última década, que aunque ya no cuenta con los miles de euros que ingresaba verano a verano el patrocinio de la Caja Inmaculada (una entidad bancaria que en Aragón es religión y que siempre se ha caracterizado por apoyar a clubes de baloncesto, balonmano y voleibol establecidos en la región), sigue intimidando cuando se ven al otro lado de la red las camisetas naranjas que han puesto a la capital de provincia más pequeña de España, la de los amantes y el torico, en el mapa del deporte español.
El Ushuaïa ha tenido que sudar más de lo que le tenía acostumbrado el campeonato tras un inicio plácido con pleno de victorias en cuatro partidos ante rivales inferiores para arrebatarle al CV Teruel el primer set. Fue necesario llegar al tie-break para que la manga cayera del lado ibicenco por 28 a 26. Pero los maños no han dado su brazo a torcer en el segundo parcial. Mientras las manos de Miguel Rivera, el técnico de los visitantes, sostenía una tableta electrónica donde debían estar almacenadas las rotaciones que iban a refrescar a su plantel a lo largo del encuentro, las manos de Ereu Thomas se dedicaban a perforar la defensa amarilla. El veteranísimo receptor del CV Teruel fue una pesadilla para los locales hasta que se lesionó en el transcurso del tercer set. Antes había amarrado el segundo para los suyos (17-25), durante el que se resintió el físico de Elvis Oliveira, contratiempo que situó a Adrián Fidalgo como central del Ushuaïa.
El partido estaba empatado a sets y a lesionados. La posibilidad de descolgarse del ritmo del Unicaja Almería, que se paseaba por la cancha del Electrocash Cáceres en tres cómodos parciales, quemaba en el paladar de ibicencos y aragoneses. Los saques de Xavi Folguera, extramotivado siempre que se mide al Ushuaïa, y su capacidad para servir buenas bolas a Bugallo, Torcello o el polaco Lech Jaroslaw mellaba al CV Eivissa, que tuvo que ajustar el bloqueo para adelantarse en el electrónico (25-18) en un gran final de set donde la dupla venezolana, Salerno-Valencia, castigó al adversario.
La victoria se estaba cocinando, pero aún podía chamuscarse ante las ganas de hincarle el diente. El cuadro insular supo cocer a fuego lento la moral turolense, que fue desmoronándose al ver al Ushuaïa siempre por delante. Ir a remolque se convirtió en un martirio porque los locales tenían puestas las pilas en la recepción y defendían todos los perdigonazos que llegaban del campo contrario (Víctor Sánchez salvó un par de remates cargados de veneno), pero el CV Teruel demostró que no ha venido a pasearse por la Superliga 2016/2017 y resistió hasta rendir el fuerte por un ajustado 25-22 que deja a los ibicencos empatados con el Unicaja pero, curiosamente, por debajo en la tabla.
El set cedido ante los maños les hace ceder, a su vez, la segunda plaza. La oportunidad de recuperarla está a la vuelta de la esquina: el próximo sábado jugarán en el Moisés Ruiz. En otras palabras, visitan la cancha de los almerienses. Ganar en casa al CV Teruel supone para los de De Stéfano obtener el excelente en el arranque liguero. Vencer a domicilio a los cajistas significaría alcanzar una matrícula de honor que culminaría cuatro cursos de estudios. Aunque las oposiciones para ser campeón de Superliga se celebrarán en primavera, no viene nada mal acumular credenciales. Y el CV Eivissa lo está haciendo.
Los jugadores ibicencos??? Cuantos ibicencos hay??? La foto viene rotulada cómo los jugadores ibicencos