@Noudiari / Más de dos horas y media de sudor (que no sangre ni, afortunadamente, lágrimas) necesitó el Ushuaïa para sacar adelante el vital duelo contra el FC Barcelona. Ahora, los amarillos se sitúan cuartos, en zona noble, con un punto de ventaja sobre los blaugrana a falta de tres partidos para acabar la Liga regular.
El Ushuaia comenzó bien el duelo sobre el parqué de Es Viver. Arthur Borges, quien parece que se ha hecho definitivamente con el puesto de opuesto titular, castigó de inicio a la defensa culé desde el dos. Los azulgrana, bajo la batuta de un David Lorente que volvía a la que fue su casa (fue ayudante de Toni Gino hace dos temporadas), reaccionaron con su estilo incansable y peleón, hasta llevar el marcador al 10-12 en el tiempo técnico.
El descanso sentó bien a los amarillos, que recuperaron la renta tras un puntazo de Gabriel del Carmen, que voló por encima de todos para colocar el 13-12. La igualdad se mantuvo el resto de la manga. El Barça se puso 22-24 tras un block out de Morato, pero entre un buen remate de Salerno, un bloqueo de Sugrañes y un error de prebenjamines del Barça, en un balón que todos se quedaron mirando, el Ushuaïa se salvó momentáneamente los muebles. Pero el azar acabó resultando clave. Con 26 iguales, una recepción amarilla se estrelló contra el techo en una acción digna del Match point de Woody Allen. El posterior remate fuera de Salerno fue ya definitivo, 26-28.
La igualdad se mantuvo al inicio del segundo set (7-6). Sin embargo, entre Monteagudo, Borges y Putini engancharon momentos de muy buen voley para un parcial de 6-0 (13-6). Un remate fuera de Salerno cortó la hemorragia culé, pero el Ushuaia siguió a lo suyo de la mano de un buen Borges (16-7). Marcelo de Stéfano decidió cambiar el opuesto, y entró Biliato. Y el italo-canario entró con buen pie. Él dirigió a los amarillos hasta la victoria clara en la manga (25-16). Al Barça parecía habérselo tragado la tierra.
Pero nada más lejos de la realidad. Los catalanes volvieron en sí en el tercer set, que rápidamente pusieron en franquicia (1-5). El Ushuaia fue siempre a remolque, continuamente 4 o 5 tantos por debajo en el electrónico (12-16). Biliato seguía en pista pero ahora no conectaba muchos garrotazos. En cambio, cuando peor pintaban las cosas apareció el carácter de Sugrañes, el veterano del grupo. Él dirigió la remontada amarilla (19-17) que, desgraciadamente, fue un espejismo. El Barça se rehizo y un saque de Biliato a la red ponía un triste punto final al set (22-25)
El duelo se puso azul oscuro casi negro pero los amarillos tiraron de orgullo cuando peor pintaba la cosa. El Barça comenzó con ventaja también la cuarta manga, pero siempre mínima. La dirección de su colocador era fetén. También caviar del bueno resultaron las actuaciones de Borges y Salerno, ambas estelares del lado ibicenco. El Ushuaïa supo manejar mejor los nervios ante un equipo que, huelga decirlo, tan sólo ha podido entrenar una vez esta semana. La manga cayó del lado pitiuso, 25-22.
El herido se levantó de la lona ya para acabar ganando. Borges se erigió en capitán general en el tie break y condujo a los suyos al triunfo final por tres sets a dos. El play-off, algo más cerca.