@Noudiari / Necesitaba el HC Eivissa una inyección de autoestima en la Liga después de varias semanas rozando la dulce recompensa de la victoria en la primera parte y quedándose con la amargura de la derrota en la segunda. Era el penúltimo partido del conjunto en casa esta temporada, la antesala de la despedida ante su entregada, numerosa e imprescindible hinchada y sabía que estaba en deuda con ella. Saldada queda con el triunfo de raza conseguido ante el BM Petrer (30-26), uno de los equipos que, como el ibicenco, lucha desde la parte de abajo de la clasificación por el noble pero estéril objetivo de quedar lo menos hundido posible en la tabla.
Saltó el conjunto de Félix Mojón a la pista enchufado como de costumbre y acertado en ataque como pocas veces. Ver a las dos plantillas en el saludo inicial invitaba a pensar cómo un ejército de hormigas podría plantar batalla a un rival de mucha más envergadura y centímetros, a un gigante, un equipo con lanzadores y una primera línea de las más corpulentas que han pasado por es Pratet. No tardó el conjunto insular en despejar las duda: corriendo, circulando el balón a la velocidad de la luz y aprovechando la movilidad de la que carecía el adversario, totalmente descolocado en unos primeros instantes en que se vio superado y sorprendido por la intensidad de los locales.
Jugando como motos, los efectivos del HC Eivissa adquirieron una renta de cinco goles en los primeros diez minutos que supieron administrar como un buen contable hasta el final. Hubo momentos en los que esta se vio reducida, pero los márgenes de pérdida eran lo suficientemente pequeños como para ser considerados como una inversión en una acertada rotación de banquillo que, además de aire, proporcionó minutos de cocción a aquellos jóvenes valores que en breve tendrán que tirar del carro del primer equipo de la entidad.
El Petrer fue recobrándose del golpe inicial asestado por los ibicencos y consiguió marcharse al descanso dos goles abajo, 15-13. En un calco del inicio del primer acto, el Eivissa volvió a poner el nivel de exigencia al máximo de sus revoluciones y dejó de nuevo atrás el empuje de un rival que en el intermedio creyó que podía remontar el marcador.
No obtuvo premio el cuadro visitante porque el grupo que entrena Félix Mojón estuvo perfectamente concentrado en su cometido y tuvo a Miguel López como abrelatas en aquellos momentos en que la muralla defensiva visitante cubría con acierto su portería. López no dejó que los árboles le impidieran ver el bosque y halló el camino hacia la red, en la que con la colaboración imprescindible de sus compañeros y un Marc Torres también muy inspirado atrapó un coreado triunfo que da un respiro al equipo y una merecida alegría al público, que se lo pasó muy bien y aplaudió incluso al equipo visitante por un doble fly que acabó en gol.
30.- HC Eivissa: Gonzalo Monroy, Toni Roldán (1), Maillo (4), Alberto Vicente (3), Miguel López (11/4p), Fran Rubio (1), Marc Torres (5) -siete inicial-, Jiménez Galán, Campello (1), Vicente Patricio, Noel Cardona (4) y Martín.
26.- BM Petrer: Arnedo, Póveda (4), Mancebo (3), Palla (2), Alonso (2), Falco (6/2p), Amorós (2) -siete inicial-, Bernabéu Rico (2), Mestre Azorín (1), Bernabéu González (2), Pérez (2) y Muñoz.
Marcador cada cinco minutos: 4-2; 8-3; 10-5; 11-8; 14-11; 15-13 -descanso-; 18-14; 20-15; 23-18; 26-21; 28-24; 30-26 -final-.
Árbitros: Sánchez Bordetas y Escoda Pérez. Excluyeron dos minutos a los locales López, Torres, Rubio (2) y a los visitantes Muñoz, Póveda y Alonso.
Incidencias: Unas 250 personas en el pabellón de es Pratet. Los jugadores del HC Eivissa saltaron a la pista con una camiseta de apoyo a su compañero Geno Tilves, lesionado.