@V. R. / El Ciudad de Ibiza ha roto la mala racha encadenada en las últimas jornadas y ha vuelto a ganar un partido tras tres derrotas consecutivas. Ha sido en su casa, ante el Ferriolense y por el resultado de 4 a 2. No lo han tenido fácil los jugadores que entrena Ibon Begoña, que se han visto en la obligación de remontar el vuelo hasta en dos oportunidades después de que los visitante se adelantaran en el luminoso por partida doble en el primer tiempo.
Los locales han empatado en dos penaltis provocados y ejecutados por Adrián Ramos, el mejor de su equipo y del partido. El Ferriolense se adelantaba en el marcador en el minuto 7 con un gran gol de David, que sorprendió al meta de casa con una parábola desde el vértice del área ante la que nada pudo hacer el cancerbero. Diez minutos después y en una acción personal, Ramos se plantaba ante la portería rival y era derribado en el momento justo en el que armaba la pierna para dispara.
No lo dudó el árbitro, que señaló pena máxima, ni Ramos a la hora de trasformarlo, engañando al meta por su lado derecho mientras caía al izquierdo. La igualdad que reflejaba el marcador era la misma que se percibía sobre el rectángulo de juego de Can Misses, donde ninguno de los dos era capaz de imponer su ritmo sobre el otro. Cuando se acercaba el final del primer tiempo, una falta en la frontal bien ejecutada por Thiago por encima de la barrera devolvía la ventaja a los mallorquines en el minuto 38.
De nuevo Ramos, en un acción de contrataque, lograba plantarse solo delante del meta y otra vez era trabado por un defensor antes de poder chutar. Otro penalti indiscutible que el colegiado vio y señaló para que el delantero, seguro de sí mismo y en un buen momento de forma, marcara el segundo de su cuenta y de su equipo para establecer el 2 a 2 a solo cinco minutos para el final de un primer acto que tuvo más goles que juego y en el que prácticamente cada disparo entre los palos se convirtió en gol.
La segunda parte fue otra historia muy diferente porque los de casa salieron con otra marcha y otra idea en la cabeza. Cogieron la manija en el centro del campo una vez detectados los puntos débiles de su adversario y con dos goles de Brian en los minutos 49 y 53 dieron un duro golpe al rival, hundido hasta la rigurosa expulsión del propio Brian solo nueve minutos después de marcar el segundo de su cuenta y cuarto de su conjunto con una espectacular vaselina por encima del meta.
Al Ciudad de Ibiza le tocó sufrir con uno menos sobre el campo las continuas acometidas del Ferriolense, volcado sobre el portal local en busca de un gol con que acortar las diferencias en el marcador. Pasó apuros la zaga, pero le ganó la partida al rival, que cuando conseguía franquear la muralla dispuesta por los de Vila se topaba con la presencia del meta local, que estuvo acertado en casi todas las acciones en las que hubo de intervenir.
Con la portería metida entre ceja y ceja, los visitantes descuidaron la retaguardia y Ramos estuvo apunto de conseguir el quinto para los suyos en una gran contra en la que dejó atrás a dos rivales con un quiebro para disparar después alto y desviado cuando tenía un compañero solo a su izquierda a quien no vio. Podría haber supuesto el tanto de la tranquilidad, ya que los de Son Ferriol apretaron las tuercas a los de casa hasta el final en busca del gol ante un rival atrincherado en su área para defender el resultado en inferioridad numérica.
En síntesis, buen partido del Ciudad de Ibiza, que tuvo capacidad de reacción en cuanto precisó de ella, gol y supo defender el resultado cuando quedó diezmado para decir adiós a una peligrosa dinámica de tres derrotas consecutivas.