Francisco Natera (Fútbol Pitiuso) / La crisis del San Rafael no sólo está afectando al apartado deportivo -el equipo ocupa los puestos bajos de la tabla, pese a su sorprendente victoria ante el líder Mallorca B- sino que también ha hecho estragos en la junta directiva, donde su presidente, Bernat Bonet, no cuenta con el apoyo de sus compañeros, y en su economía. Y es que el club rafeler está viviendo la peor época de su historia en el aspecto monetario, una situación que ha desembocado en los impagos a los futbolistas de la primera plantilla, todos con contrato. De momento, la entidad adeuda a los jugadores las nóminas de noviembre y diciembre, aunque es más que probable que se acumule la mensualidad de enero, del que quedan diez días.
Las arcas de la entidad se encuentran maltrechas y no se esperan entradas de dinero importantes que puedan aliviar la delicada situación del club de fútbol, aunque el mes de noviembre sí podría cubrirse. La única esperanza a la que se agarra el San Rafael es a la aportación de su principal sponsor, pero ésta, en el caso de que llegue, tendría lugar a principios de verano y el club no sabe con qué cantidad contará y si podría liquidar las deudas contraídas hasta ese momento. En el peor de los casos, y si nadie lo remedia, al plantel y cuerpo técnico podrían debérsele varias nóminas, sin contar la prima que hay pendiente de la temporada pasada y que destapó el portero Carlos Moro recientemente en la web Fútbol Pitiuso.
Para más inri, el lunes los rectores se reunieron en el vestuario con jugadores y cuerpo técnico en una asamblea donde se acordó, entre otras cosas, que se llevarían a cabo nuevas elecciones cuando el primer equipo selle la permanencia o a final de temporada. Así pues, el gobierno del madamás Bernat Bonet tiene los días contados. Las gestiones del dirigente no acaban de convencer.
Trabajo
Algunos jugadores tienen trabajo y el sueldo del fútbol es una ayuda más para sus respectivas economías, pero otros no tienen tanta suerte y la aportación del club es vital para sobrellevar el día a día, por lo que el sentir en el vestuario ante la poca liquidez es de preocupación. Algunos miembros de la directiva, en un gesto que les honra y lejos de escurrir el bulto, han puesto en conocimiento del equipo el complicado momento por el que atraviesan las cuentas y el pasado jueves, antes del entrenamiento, mantuvieron una charla informal en una de las dependencias del campo de fútbol con tres pesos pesados del equipo.
La cúpula blue informó a los jugadores acerca de la situación económica del club, así como de las buenas intenciones de los directivos a la hora de asumir sus responsabilidades contractuales con la plantilla. Los directivos se comprometieron a trabajar para solucionar este grave problema, pero, de momento, la situación es la que es y el plantel deberá asumir los impagos, los cuales pueden alargarse si la economía no da un giro de 180 grados. Los futbolistas, no obstante, empiezan a impacientarse y la inquietud crece cada vez más.
Las sensaciones en el coliseo rafeler no invitan al optimismo y se runrunea la posibilidad de que algún futbolista que otro pueda abanondar la disciplina del San Rafael si no se empiezan a liquidar mensualidades. No ha trascendido si el vestuario va a emprender alguna acción como medida de presión, pero si tiene que ocurrir algo, los próximos días serán clave en este sentido. Un club histórico del fútbol pitiuso está en peligro, no pasa por sus mejores momentos.
Això no ens estranya gens als qui coneixem al senyor Bernat des de fa temps. El seu caràcter prepotent fa que només s’escolti a ell mateix com va demostrant per tot on ha passat en la seva vida professional i en l’actualitat a l’entitat bancaria on fa feina. El que més m’estranya és que hagi arribat a presidir tant de temps aquest club i que no l’hagin fotut fora abans.