@V. R. / El Formentera le ha discutido y ganado el debate futbolístico al Mallorca B, 1 a 0. Los locales han puesto el acento en el trabajo y la solidaridad defensiva para frenar y doblegar al líder, que ha hablado mucho para decir muy poco. El mensaje mallorquinista ha resultado inocuo frente a la oratoria local, cimentada en un lenguaje claro y conciso y bien interpretado desde la medular, el centro del escenario. Ha sido en esta zona donde Armando ha sujetado al equipo y Maikel le ha hecho jugar para ganar. Ha resultado justa y merecida la victoria, por más que se empeñe el técnico visitante, Pep Alomar, en tratar de reinterpretar el encuentro con la verborrea postpartido de quien, acostumbrado a la gloria, no acepta el fracaso y proyecta su frustración en los demás, este caso el árbitro, que si ha beneficiado a alguien ha sido a los suyos. Suele pasar.
Dejando de lado los modales, el Formentera ha disputado ante el Mallorca B el que muy posiblemente haya sido su mejor partido en lo que va de temporada. Parece haber dado Elcacho con la tecla que hace semanas aseguró que estaba buscando y que ha permitido dar un salto cualitativo a su bloque. De momento le ha valido para ganar al segundo, la Peña, y ahora al primero, el Mallorca B. Roza la perfección el Formentera en un tramo de la competición que se adivina crucial para el desenlace de la Liga, la consecución de sus objetivos y el lucimiento del bloque por encima de cualquier personalismo. Solo un exceso de confianza puede dar al traste con todo.
Buen juego
El grupo funciona como una máquina perfectamente engrasada que sabe lo que quiere y el camino que debe tomar para conseguirlo. Orientado y con las piezas que faltaban encastradas al engranaje, el puzle ha mostrado al fin un dibujo claro y desconocido hasta ahora. El fichaje de Jesús para el eje de la defensa, Argilaga en banda derecha y Trujillo en ataque ha sido un acierto. Puede parecer un juicio prematuro por el poco tiempo que llevan en la isla y en el equipo, pero las pruebas son irrefutables: han mejorado lo que había, que no era poco.
Al Mallorca B le ha costado asentarse sobre el terreno de juego y en los primeros minutos ha sido su rival quien ha llevado la batuta del encuentro. No ha tardado en reaccionar. Cuando se ha hecho con el balón se lo ha escondido a su adversario y ha crecido en intención. Tener la posesión y no encontrar el pase al hueco o al desmarque es como meterse en un callejón sin salida y empeñarse en no dar la vuelta para hallar un camino alternativo. Presa de su juego aseado y sus marcadas señas de identidad, el cuadro de Pep Alomar ha preferido percutir sobre la pared del fondo que dar media vuelta para llegar por otros medios adonde quería ir.
Consistencia
El ladrillo más grueso de la pared era Armando, un sostén que a base de músculo y golpe de pulmón ha desesperado la línea de creación visitante. Con el pasillo central cerrado a cal y canto, el Mallorca B lo ha intentado por banda, pero una sola vez en toda la primera parte ha podido progresar por la derecha en una jugada que ha terminado en un tiro desviado. El balón era del Mallorca B y las oportunidades, del Formentera. Se ha sentido cómodo Piquero, a quien la simple presencia de Trujillo libera de la atención global de la defensa, cosa que ha aprovechado en los minutos 19 y 30 para rozar el gol en dos disparos, el primero atajado por el meta y el segundo ligeramente desviado cuando encaraba escorado a la derecha a Yeray, un arquero con planta y preciso con el pie.
Uno por uno, seguramente sean mejores los jugadores del Mallorca B que los del Formentera, pero esta vez la suma de los factores ha alterado el conjunto del producto. Con 0 a 0 al descanso, el partido seguía vivo, emocionante y solo faltaba saber si el Formentera iba a ser capaz de mantener el tipo, la concentración e intensidad hasta el final o iba a decaer ante el empuje del potente líder de la categoría. No tardó el grupo local en despejar las dudas y tras el intermedio dejó claro que iba a por el partido. Tanto que daba la impresión de que los dos protagonistas se habían intercambiado los papeles a su paso por el vestuario.
Sin miedo
El equipo de Luis Elcacho dio un paso adelante en la medular y empezó a tocar sin desesperar. Atrás no había concesiones y cuando se olía el peligro se actuaba en consecuencia, pero el centro del campo el Formentera estaba desatado. El atrevimiento desembocó en una cascada de llegadas al área ajena que importunaban al Mallorca B, que no se encontraba cómodo ni sabía cómo escapar de la presión ni recuperar el esférico, algo vital para desplegar su juego. Trujillo, Piquero y Argilaga, a quien no pitaron un penalti, generaban peligro de forma constante. El gol rondaba la meta mallorquinista con tanta frecuencia que se hacía raro pensar que el gol se iba a resistir hasta el final.
Las tuvieron también en varias llegadas aisladas y en acciones a balón parado los visitantes, pero menos y también sin concretar. Cuando el partido enfilaba su parte concluyente y parecía condenado al empate, llegó la jugada del gol local. Nació en una falta caída a la derecha que Argilaga puso con tino al área para que Winde, de portentoso salto, rematara de cabeza a gol en un intento de prolongación que desnortó al meta y sirvió para hacer justicia, por mucho que le pese a Alomar, que pudo irse de la isla con un 3-0 en su expediente si el colegiado hubiera estado algo más fino en dos penas máximas no señaladas, la última sobre el propio Winde también en el descuento.
– Ficha técnica:
1.- Formentera: Marcos. Óscar, Adrian, Jesús, Damian, Armando, Argilaga, Maikel (Carlos Larra, min. 93), Piquero, Bernal (Mourad, min. 70) y Néstor Trujillo (Winde, min. 77).
0.- Mallorca B: Yeray, Cifre, Gabri, Kasim, Company, Álex Vallejo, Sergio, Ramis, Vidal, Cedric (Héctor, min. 65) y Brandon.
Gol: 1-0. Minuto 92. Winde cabecea a las mallas una falta botada por Argilaga desde la derecha.
Árbitro: Alfonso Carvallal, asistido en las bandas por Domato y Cardona. Mostró amarilla a los locales Adrian, Jesús, Trujillo y Winde y a los visitantes Kasim y Sergio y roja al mallorquinista Company (min. 92) por protestar.
Incidencias: Unas 600 personas en el municipal de Sant Francesc. Mañana soleada y temperatura agradable. Tras el encuentro se celebró una calçotada popular para la que el cocinero Artur Portas preparó 20 kilos de salsa. El marcador electrónico del campo sigue sin funcionar.