El entrenador, del Ibiza, Juan Carlos Carcedo, usa el mismo tono sosegado y tranquilo cuando pierde que cuando, como hoy, empata después de que su equipo haya jugado un gran partido ante uno de los clubes más fuertes del campeonato y en el que podría haber ganado con una pizca más de acierto en el remate.
«Hemos hecho un gran partido, con dos ocasiones muy claras al principio. Nuevamente, un penalti muy ajustadete, nos ha penalizado y nos ha generado alguna duda, pero nos hemos rehecho. El equipo ha sacado el carácter y en la segunda parte les hemos apretado, no hemos dejado insistir, con no sé cuántos saques de esquina, creo que diez, y muchos centros al área. Estaba claro que si el conjunto seguía así, merecía como mínimo el empate. No sé si la victoria hubiese sido justa, porque ellos también han tenido las suyas», ha manifestado el míster del club insular.
«Muchas de las cosas que se habían hablado, se estaban haciendo bien en la primera parte, pero al final esto va de eficacia, de tratar de marcar las ocasiones que se generan y de cometer los menos fallos posibles en tu área. He de felicitar a los chichos, porque el punto es más que merecido ante un rival con gente muy buena arriba y muy bien trabajado y creo que no ha habido muchos equipos que les hayan sometido como hemos hecho nosotros, que hemos llevado el partido donde queríamos».
Sobre la amarilla a Stuani, que debería haber sido roja por agresión, el técnico ha señalado «que podría haber sido expulsado tranquilamente, pero no somos nosotros quienes decidimos y hay que aceptar las resoluciones que toma el colegiado y ya está. No sé qué hubiera pasado si es al revés».
Por su parte, el técnico del Girona, Miguel Ángel Sánchez, Míchel, no se ha ido contento de Can Misses y ha reconocido los méritos del rival y el hecho de que su conjunto, a pesar de ir por delante en el marcador durante muchos minutos, no mereció el triunfo ante el Ibiza. «No hemos merecido los tres puntos. No ha sido el mejor partido por nuestra parte. En líneas generales, no me ha gustado, porque no hemos sido capaces de controlar el partido, sobre todo en el inicio de cada parte. Nos llevamos un punto ante un buen rival, un equipo muy trabajado. Sabíamos que no iba a ser fácil, pero además tampoco se ha visto nuestra mejor versión».
Para Míchel, en la segunda parte, el rival les «sometió». «No hemos sido un equipo con tranquilidad ante una buena presión del adversario, como la de la segunda parte, en la que han tirado la defensa muy arriba y nos ha complicado la vida. En general, el Ibiza ha hecho un muy buen partido y no me voy satisfecho porque no hemos dominado el encuentro, y eso es una moneda al aire: hoy ha tocado empate, pero también podría haber salido derrota», ha concluido.