@C. Vidal / Carolina Marín derrocha ambición por los cuatro costados. La jugadora onubense, que fue recibida este mediodía en el Consell de Eivissa, reconoce que no se conforma con los dos títulos de campeona del mundo y pone su mirada en Río 2016. «Sí me imagino ganando unos Juegos Olímpicos, porque para eso me entreno día a día. De pequeña soñaba ya en grande y siempre he tenido claro que quería ser la mejor, ser la número uno del ránking mundial, campeona del Mundo, campeona de Europa y medalla de oro en unos Juegos Olímpicos», afirma.
«De todas formas, todavía queda un año para los Juegos y antes tengo otros objetivos», añade Marín, que todavía está asimilando toda la expectación que se ha creado en torno a ella después de ganar el pasado domingo por segunda vez consecutiva el título mundial de bádminton. «La presión depende de cómo veas las cosas. He trabajado mucho este tema con mi psicólogo, Pablo del Río. Al Mundial fuimos a intentar ganar un nuevo título. Nos basábamos en desdramatizar la situación y no generarme más tensión por las expectativas que había. He trabajado mucho el autocontrol. Ahora me centraré en los entrenamientos para llegar a Río en las mejores condiciones», comenta.
Los éxitos de Carolina Marín, además, están consiguiendo que un deporte minoritario como es el bádminton tenga cada vez más visibilidad. «De lo que más me siento orgullosa es de todas las felicitaciones que me llegan y ver a tantos niños jugando bádminton en la calle. También me llegan mensajes de los padres en los que afirman que los niños sólo quieren conocerme a mí y verme por la tele. Es lo que me hace más feliz», dice.
Por su espíritu ganador y su gran talento, las comparaciones con otro gran campeón como es Rafa Nadal son inevitables. «Siempre he dicho que para mí Nadal es un ejemplo, porque veo que muchas de las características que tiene él las tengo yo. Era el espejo en el que me miraba y en el que me veía muy reflejada, pero las comparaciones, en el fondo, no me gustan. Cada persona y cada deportista somos diferentes», admite.
Encantada de estar en Ibiza
Por el momento, y hasta el próximo cuatro de septiembre, la jugadora se entrena en Ibiza a las órdenes de Ernesto García, seleccionador nacional. «Estoy muy contenta de estar en la isla. Soy mucho de playa y está muy bien poder tener el poco rato que te dejan los entrenamientos para poder descansar e ir al mar. Ernesto me ha insistido mucho en venir a la isla y la verdad es qe me gustaría seguir haciendo estas concentraciones aquí, pero el problema es que no tenemos mucho tiempo», asegura.
El técnico ibicenco, por su parte, se muestra encantado con la presencia en la isla de la campeona. «Los jugadores de aquí pueden aprender mucho, sobre todo porque, si se lo ven hacer a ella, todo parece más sencillo. Lo que más me ha sorprendido es que en el primer entrenamiento tras el Mundial, el jueves por la mañana, fue la que mejor entrenó. Tiene muchísima ambición y una gran capacidad de trabajo», añade García.