El presidente de la federación autonómica de fútbol, Jordi Horrach, ha destituido al ibicenco Toni Curuné como vicepresidente de la balear, tal y como apareció publicado en el BOIB del pasado 23 de enero. En el mismo se lee que Curuné ha sido cesado, aunque en un primer momento la federación trató de hacer ver que había dimitido, algo que nunca hizo, según afirma y ratifica una comunicación del Govern balear.
El hasta ahora vicepresidente del ente federativo y actual presidente de la Penya Independent de Sant Joan asegura que él jamás presentó su renuncia, sino que puso su cargo a disposición del presidente -al que ahora tilda de «mentiroso» por este hecho- después de una serie de altercados acaecidos el pasado mes de noviembre durante la disputa de un partido de la liga provincial de juveniles entre el conjunto de Labritja y el Andratx.
En el mismo, Curuné saltó al terreno de juego en actitud pacificadora para poner orden después de que un futbolista de su club agrediera a otro del conjunto mallorquín, lo que provocó una tangana y por lo que el futbolista fue expulsado de la entidad. Por otro lado, un representante del Andratx denunció en redes sociales que Curuné había agredido a un jugador de su club, algo que nunca sucedió y por lo que este le ha denunciado.
Tras estos hechos, el vicepresidente ibicenco de la federación autonómica puso su cargo a disposición del presidente para no perjudicar a sus compañeros y esperando que, una vez aclarada su participación en el altercado, en el que trató de poner orden y cordura en unos momentos complicados y de muchos nervios, todo se solucionara de la mejor manera posible para todas las partes y esto le permitiera seguir en el cargo, ya que las acusaciones vertidas en su contra eran totalmente falsas.
No obstante, desde ese momento no volvió a recibir noticias del presidente, ni una llamada, un mensaje o un correo electrónico, muestras de «compañerismo» que ha estado esperando durante meses sin que llegaran a producirse.
Esta forma de actuar de Jordi Horrach ha descolocado a Curuné, que ahora piensa que este le utilizó con el único propósito de conseguir los votos de los clubes pitiusos, con los que habló uno a uno, para ganar las elecciones a la federación balear y después se lo ha quitado de en medio «sin motivos» relevantes. «Si no quiere ibicencos en la junta directiva, que lo diga abiertamente», ha señalado el presidente de la Penya Independent, muy dolido por cómo el ente federativo ha conducido esta incómoda situación.
El ibicenco ha señalado que hará todo lo que esté al alcance su mano para salvaguardar su honor en todo este embrollo, puesto que entiende que desde la federación no se ha obrado de buena fe y eso le ha llevado a buscar asesoramiento legal. En este sentido, afirma que si en estos últimos meses la federación ha tomado alguna decisión sin que se le haya informado de ello, esta podría quedar inhabilitada.