@V. R. / Uno contento y otro no tanto. Así estaban Dani Mori e Ibón Begoña, entrenadores de Peña y Ciudad de Ibiza, respectivamente, al término del derbi ganado por los de Santa Eulària, 2 a 1. «Si no ganamos no podemos estar nunca satisfechos», señalaba el segundo tras el encuentro, mientras que el primero iniciaba su comparecencia ante los medios reconociendo que el rival había «incomodado» a su equipo «por la intensidad» con la que afrontó el último derbi ibicenco de la temporada en la Liga balear de Tercera División.
Mori ensalzó la «solidaridad de sus jugadores» en ciertas fases del encuentro en las que su conjunto estuvo más exigido por el rival, lamentó las faltas cometidas cerca del área por el respeto que genera Galera en esos lanzamientos de este tipo y valoró muy positivamente los tres puntos conseguidos a pesar de que no fue «un partido exquisito», como el mismo reconoció. Feliz por la consecución de los tres puntos, el preparador peñista repasó el calendario que les queda a los tres de arriba de aquí al final y señaló que no será fácil para ninguno porque los cinco partidos que restan son complicados y ante rivales que, en muchos casos, se están jugando cosas.
Sobre el hecho de que tenga muchas veces que acabar sufriendo a pesar de tener los partidos totalmente controlados y que su euqipo no consiga matarlos, el técnico del club de Santa Eulària aseguró que él siempre padece y que aunque hubieran marcado el tercer tanto, habría seguido preocupado, algo que le ocurre incluso tras los 90 minutos y que a veces, desveló, le quita el sueño.
Begoña no podía estar complacido con el resultado, pero sabía que su conjunto le había plantado cara a la Peña en su propio campo y eso no está al alcance de todos y de muy pocos recién ascendidos. «En la segunda parte tuvimos dominio territorial, pero en las áreas no nos salió de todo bien», dijo. Sobre el adversario dijo que la Peña es un equipo que tiene muchas cosas, pero sobre todo pegada», como pudo comprobar sobre el terreno. También destacó el juego a balón parado de su adversario, que fue por donde le llegaron los dos goles encajados, de los que no está «contento de cómo se defendieron». Y no podía ser de otra manera, porque por ahí es donde se le escapó elo partido.