@C. Vidal / Daniel Morillo (Ibiza, 21 de enero de 1988) se retira de la competición. El arquero, que fue olímpico en Pekín 2008 con apenas 20 años y que ahora tiene 26, reconoce que ya no tiene la motivación suficiente para seguir en activo y que se centrará, a partir de ahora, en su nuevo cargo de director deportivo de la Federación de Castilla y León de Tiro con Arco.
-¿Por qué ha tomado la decisión de abandonar la competición?
-No es que deje completamente el tiro con arco, es que ahora voy a estar más ligado como entrenador con el objetivo, en un futuro, de ser profesional. Es un cambio de etapa. Después de 15 años en este deporte no tengo la motivación necesaria para competir a un alto nivel. Ahora tendría que dedicarle muchas menos horas y dedicación, por lo que tendría que bajar de nivel. Para eso, prefiero dejarlo.
-¿No es demasiado joven para retirarse?
-Sí, la gente me lo está diciendo mucho (risas). Por suerte, el tiro con arco es un deporte muy longevo y a mí me han respetado las lesiones. Eso quiere decir que podría seguir compitiendo durante muchos años. Pero siempre he dicho que para dedicarse al tiro con arco hay que disfrutar mucho y ya no es mi caso.
-¿Por qué ha dejado de disfrutar de este deporte?
-Por muchas circunstancias. Antes tenía un grupo de entrenamiento de gente de mi edad en la Residencia Blume que ahora no tengo y me encuentro con más dificultades para trabajar. También, a nivel federativo, las cosas están muy feas y eso te quita un poco las ganas. Son sólo dos razones, pero hay más. La principal es que me apetece hacer ahora otras cosas.
-¿El nuevo nombramiento en la Federación de Castilla y León tiene algo que ver?
-Sí. Desde hace unos años estoy en un club en Salamanca y la idea es poder copiar aquí el modelo de Ibiza, que se ha demostrado ser todo un éxito. Este sábado ofrecí el proyecto a la Federación de Castilla y León y lo han aceptado, por lo que paso a ser el nuevo director deportivo. Es un trabajo muy a largo plazo, hasta 2020, y en estos cinco años esperamos conseguir buenos resultados.
-¿Cuándo empezó a pensar en ese cambio?
-Este verano. Viendo las necesidades que tenemos en el club La Flecha de Salamanca, donde se pondrá en marcha un centro de tecnificación, y después de hablarlo mucho, acabé por decidirme. Mi última competición fue en el Campeonato de Europa de clubes del pasado mes de octubre, en el que competí con el S’Arc.
-¿Fue triste saber que era la última competición?
-Por un lado es cierto que sentí mucha nostalgia, porque era la última vez que iba a competir después de mucho tiempo haciéndolo. Pero también estaba bastante tranquilo y, a nivel individual, la competición me salió muy bien, aunque por equipos no tanto. Había sentimientos encontrados, pero estaba satisfecho.
-¿También, mirando hacia atrás, está satisfecho de su carrera deportiva?
-Por supuesto. Estoy muy orgulloso, sobre todo por la oportunidad que tuve de participar en unos Juegos Olímpicos, que es todo un hito para cualquier deportista. La única espina que me queda es no haber podido repetir en Londres 2012.
-¿Hubo un antes y un después de Pekín 2008?
-No, eso incluso me dio mucha más motivación para seguir trabajando. Pero sí es cierto que el año 2011, cuando dejé la Residencia Blume, fue un momento de crisis deportiva muy importante. No estaba a gusto ni a nivel personal ni deportivo y fue bastante duro, algo que creo que influyó en los posteriores resultados.
-Lo que no hay duda es que el tiro con arco en Ibiza pierde a uno de sus mejores representantes…
-Bueno, pero también dejamos paso a la gente más joven. En mi caso, cuando empecé a los nueve años, no tenía a nadie compitiendo por encima, por lo que era más fácil entrar en la selección balear, por ejemplo. Ahora un chaval joven que está comenzado lo tiene más difícil porque hay otros que están por encima de él. Es una forma de que salgan nuevos arqueros y, en Ibiza, seguro que habrá relevo.
-¿Qué le dice la gente de su entorno de esta decisión, empezando por su referente más cercano, su hermano Carlos Morillo?
-La gente lo comprende y me está apoyando mucho, sobre todo mi hermano. Tampoco soy el primero que deja la competición, aunque sí es cierto que muchos se sorprenden un poco de que lo haga siendo tan joven. Pero, repito, es una decisión libre y personal y que está muy meditada.
-Por último, ¿tiene claro que sea una decisión definitiva?
-Definitivo no hay nada (risas). Seguro que lo voy a echar mucho de menos y que algún día me apetecerá volver, pero ya no será a un nivel de alta competición. Quizá lo haga en las fiestas del pueblo (risas)…
Siempre se nos van los mejores. Grande Morillo!
Nueva vida enseñando tus conocimientos. Te deseamos muchos éxitos.