David Torres llegó en verano al Isleño procedente del Sant Jordi juvenil con el carnet de entrenador de categoría nacional recién aprobado debajo del brazo. Se hizo cargo del segundo equipo del club y aunque había manifestado que esperaba entrenar algún día en Tercera desconocía que la oportunidad le fuera a llegar tan pronto. No tiene experiencia en la categoría, pero en Can Guerxo dejó huella. Se destapó como un entrenador serio y con un manual y forma de trabajar que resultó muy acertada.
En su presentación como nuevo entrenador del Isleño se ha mostrado sereno y ha apelado a la modestia. «Entrenar a este equipo es un reto ilusionante e intentaré aportar mi granito de arena al proyecto». Sobre los problemas económicos que tienen a la plantilla enfadada con el club, el flamante técnico del Isleño de Tercera comentó que «lo mejor para todos es que se resuelva el problema cuanto antes para que todo vuelva a la normalidad. Cuando más se gane en tranquilidad, mejor».
No pedirá Torres un aumento de sueldo: «La situación es la que es y la que todos conocemos y no estoy por la labor de sangrar al club», subrayó. Torres desautoriza las voces que sitúan a Ibón Begoña como verdadero entrenador y desplazan su papel al de la persona que pone el título. «No es mi intención. Además, he hablado con Begoña y me ha transmitido que esa no es su pretensión. Siempre he trabajado manteniendo una estrecha relación con todas las personas que forman parte del cuerpo técnico y así va a seguir siendo. Todo lo que podamos aportar cada uno desde su parcela va a ser bienvenido», indicó.
Sobre la posibilidad de que no pueda sentarse en el banquillo, Torres tiró de ironía: «No pasada nada si en las primeras jornadas no puedo estar en el banquillo porque no se haya resuelto el finiquito de Asensio puesto que la grada está muy cerca del terreno de juego», dijo. Respecto al equipo, dijo que la plantilla le «gusta» y que tratará de que el conjunto acabe el campeonato en una posición «digna».