La UD Ibiza y el director deportivo, Fernando Soriano, han llegado a un acuerdo para el cese de las funciones que venía desempeñando este último al frente de la gerencia deportiva del club que preside Amadeo Salvo. El equipo atraviesa un bache de resultados y cuando eso ocurre en esta entidad, ruedan cabezas. De todas formas, no ha transcendido todavía si se trata de una destitución o una renuncia. El primer conjunto lleva cinco partidos sin ganar, acumula tres empates y dos derrotas en las últimas cinco jornadas y el domingo, a las seis y cuarto de la tarde, recibe en Can Misses al líder, el Eibar, un duro hueso que roer.
Al margen de los resultados, que también, preocupa la imagen del Ibiza en el último encuentro, cuando perdió por 3 a 1 ante el Amorebieta, uno de los conjuntos que se encuentran en la zona de descenso de la clasificación de la Liga de Segunda A, en el que estuvo desconocido, apático y en el que, en definitiva, no jugó a nada. Aunque es su primera temporada en la categoría, el club y su presidente tienen el objetivo de luchar por lo máximo, como este último ha manifestado en más de una ocasión, independientemente de la categoría en la que juegue.
En la actualidad, el Ibiza es decimotercero, un escalón por debajo del lugar que ocupa en cuanto a presupuesto, ránking en el que es decimosegundo. En vista del pobre rendimiento del equipo de la ciudad de Ibiza y la dinámica clara de destituciones marcada desde la cúpula directiva cuando las cosas no funcionan, la salida de Soriano, a quien acompaña también el secretario técnico, Juanjo Expósito, no representa ninguna sorpresa. De hecho, si no se ve una reacción en breve, no sería de extrañar que hubiera nuevas bajas.
Desde el club han agradecido públicamente el trabajo de Soriano y Expósito a lo largo de los años que han estado en la entidad y les han deseado suerte de cara a su futuro.