Cita obligada hoy en Santa Eulària para todo buen aficionado al balonmano. Por primera vez en la historia, un equipo de la máxima categoría de este deporte visita la isla para jugar un partido oficial de competición contra un club local, el HC Eivissa. El partido se juega a las ocho de la tarde en el pabellón municipal de Santa Eulària y la entrada es gratuita.
El rival, el BM Benidorm, sexto clasificado de la Liga Asobal, llega a Ibiza con la intención de finiquitar por la vía rápida el choque de la Copa del Rey que les ha emparejado y pasar la eliminatoria sin sobresaltos.
El objetivo de los insulares es impedírselo a toda costa y, para ello, además de cuajar un partido casi perfecto, necesitarán el apoyo incondicional del público ibicenco para combatir la calidad de un adversario de una categoría superior.
El HC Eivissa tiene que volver a coger el ritmo que imprimió a principio de temporada para plantar batalla y si eso ocurre, el Benidorm tendrá que emplearse a fondo para no quedar apeado de la competición copera en Santa Eulària., puesto que el nivel mostrado por los jugadores que entran Geno Tilves a comienzo de curso fue brillante.
A pesar de la hora y de que el escenario del encuentro no es en el Poliesportiu de sa Blanca Dona, donde juega el HC Eivissa habitualmente, el club ibicenco confía en una buena respuesta de los aficionados. Para propiciar una buena entrada, y asegurarse el respaldo de cuanta más gente mejor, el acceso a la grada es totalmente gratuito.
La idea no es hacer caja, sino seguir fomentando la afición a este deporte y a este club, que en los últimos años ha dado un salto de calidad en todos los sentidos que le ha permitido subir a la segunda máxima categoría del balonmano nacional, mantenerse en ella y luchar esta campaña por mejorar el papel del año pasado.
Por su manera de trabajar, por la humildad y trabajo de base desempeñado desde el momento de su fundación, el HC Eivissa merece estar hoy arropado por toda su gente en el partido más importante de su historia, para tratar de dar la sorpresa y para seguir creciendo, como ha hecho desde lo más bajo. Siempre paso a paso, y, como es marca de la casa, tocando con los pies en el suelo.