@C. V. / La mayoría de las ciudades, y la de Ibiza por desgracia no es una excepción, no están bien preparadas para circular en bicicleta. La ausencia de carriles bici, el exceso de tráfico rodado y la falta de civismo de algunos conductores hacen que, muchas veces, ser ciclista urbano sea casi un deporte de alto riesgo.
Sin embargo, no siempre es así. Hay un día en el que se puede pedalear con tranquilidad por las calles de Eivissa, sin riesgo a accidentes y, sobre todo, sin prisas. El Día del Pedal, aunque únicamente por espacio de hora y media, es sólo para los ciclistas. Un total de 1.525 participantes de todas las edades, desde los 3 años, el más joven, hasta los 79, el más mayor, aprovecharon la oportunidad para reclamar para sí la ciudad.
«Ha sido una edición festiva y agradable y en el que el tiempo ha acompañado. Ha habido mucha participación, con casi 1.600 ciclistas, aunque lejos del récord de la prueba, que está en 2.135 participantes de hace unos años», asegura Lluís Lliteras, técnico de deportes del Ayuntamiento de Eivissa y organizador de una prueba que cuenta con cerca de 80 personas entre miembros de la Policía local, protección civil y voluntarios, que se encargan sobre todo de inscripciones y seguridad.
«El presupuesto de este año ha rondado entre los 5.500 y los 6.000 euros. Eso significa que la estructura de la prueba se ha mantenido con respecto a otros años, como los tres circuitos, el circuito de educación vial y el sorteo de bicicletas, que es siempre fijo. No obstante, ha habido que recortar en otras cosas como en el espectáculo de BMX, que se ha hecho en alguna otra edición y que, en esta ocasión, hemos tenido que descartar», afirma, por su parte, Mar Sánchez, concejala de Deportes.
Un poco pasadas las 11.00 horas se dio la salida en la plaza Antoni Albert i Nieto a la prueba grande, sobre un circuito de 9 kilómetros, que recorre la calle Bisbe Abad i Lasierra, el colegio Sa Real, las avenidas Ignasi Wallis e Isidor Macabich, la calle País Valencià, la avenida de España, el paseo de Vara de Rey, la avenida de Santa Eulària y el paseo Joan Carles I. Poco después era el turno del recorrido del circuito infantil (5 kilómetros) y del circuito baby (800 metros). Los más pequeños también pudieron aprender y divertirse en el circuito de educación vial. El Día del Pedal se cerró en el Bulevard Abel Matutes con el sorteo de diez bicicletas y otros premios, poniendo punto y final a un día especial y en el que las bicis, por una vez, son las protagonistas.