@Noudiri / El San Rafael tiene esta jornada (domingo, 16.30 horas) la oportunidad de poner tierra de por medio con respecto a la zona de descenso. Recibe en casa al tercero por la cola, el Atlético Rafal, un equipo que se desenvuelve mejor lejos de su estadio que en su domicilio y que en campo ajeno ha sumado más de la mitad de los puntos que acumula, 13 de 21.
Es un partido importante para los hombres que entrena Vicente Román, preparador rafaler, aunque «no será definitivo porque después seguirán quedando muchos puntos en juego», indica el técnico, que solo tiene para este choque la baja de Estela y la duda de Vicent, que aún no está cien por cien recuperado tras su lesión.
El San Rafael se encuentra en este punto de la temporada en una situación crítica y lo que suceda en las próximas jornadas podría tener consecuencias en el futuro inmediato de la entidad. La directiva debe tres meses de salario a los jugadores, algunos de los cuales, como el portero Moro y lateral Maline, han decidido irse del conjunto empujados por los problemas económicos del club.
Si las cosas se torcieran en lo deportivo, que de momento se aguantan con alfileres, podría haber una desbancada general en el vestuario, donde los futbolistas se atrincheran a regañadientes a la espera de cumplir con su cometido y con la confianza de que la Junta haga lo propio en su parcela.
Afición
Con este panorama, el entrenador del San Rafael, Vicente Román, gato viejo en esto del fútbol, trata de apaciguar los ánimos con un discurso conciliador mediante el que busca la unidad y el respaldo de la afición. Sabe que la comunión entre equipo e hinchada es básico para que el club siga en pie y pide al público el mismo esfuerzo que asegura que los suyos escenificarán sobre el terreno de juego.
«Quiero hacer un llamamiento a los aficionados para que estén a nuestro lado en unos momentos complicados para todos en los que la cohesión es fundamental para sacar esta situación adelante», señala el técnico. Sabe que su conjunto debe hacerse fuerte en casa para eludir el descenso y que para ello es imprescindible una grada con ambiente y ganas de animar».
Defensa y contragolpe
Y no le falta razón, puesto que la plantilla corre peligro de desintegración si los futbolistas no ven que todos en el club arriman el hombro como hacen ellos en el plano deportivo a pesar de no cobrar y de no saber si van a hacerlo siquiera a final de temporada.
Sobre el rival, Román explica que es un equipo «que coloca muchos jugadores por detrás del balón y que, por tanto, deja pocos espacios a su espalda. Además, cuenta con dos futbolistas rápidos por banda que suministran de balones al delantero centro con un juego que se basa en el contragolpe. No es un rival fácil pese a la posición que ocupa en la clasificación y como visitante ha sacado mejores resultados que en su propio terreno de juego», advierte.