@V. R. / El Formentera sabe que no está solo y la afición de la isla se lo ha demostrado con creces en el encuentro disputado ante la Peña Sport de Tafalla, en el que se ha establecido un nuevo récord de asistencia al municipal de Sant Francesc con unas 1.000 personas en la grada. Para albergar a los aficionados se han tenido que instalar incluso unas gradas supletorias sobre la pista de atletismo que también se han llenado.
Pero lo mejor de todo, al margen de la respuesta, ha sido la reacción tras la derrota del conjunto local. Los seguidores del club han brindado una calurosa ovación a sus futbolistas cuando les han visto totalmente hundidos en el centro del campo. Y luego, además, han vitoreado al equipo visitante, cuyos jugadores han acabado abrazados con ellos reconociendo lo que nadie pone en duda, que la del Formentera es una de las mejores aficiones de todo Balears.
La derrota ha sido dolorosa para todos en el campo salvo para los visitantes, pero especialmente afectados por el traspiés se han mostrado Pepe Bernal y Górriz, que han tenido que ser consolados por sus compañeros e incluso por los rivales, que se han portado con absoluta deportividad y han hecho gala de una honestidad que, por desgracia ,no es tan común como sería de esperar en este deporte. Winde se ha abrazado a Górriz y le ha levantado del suelo tras el pitido final, mientras que Bernal, que no podía articular palabra, ha sido arropado por su técnico.
Viendo todo esto, el entrenador del Formentera, Luis Elcacho, se ha apresurado a ir hacia el centro del campo para insuflar ánimos a sus futbolistas, les ha hecho levantar la cabeza y con la barbilla alta se han ido todos juntos al centro del campo a aplaudir a la afición, que no se ha movido de la grada hasta que ha visto que sus jugadores se recuperaban, en cierto modo, del mazazo recibido sobre el terreno de juego en forma de derrota.
Tendrá trabajo extra esta semana Luis Elcacho, ya que además de preparar el partido con el siguiente rival que depare el sorteo de este lunes debe recuperar moralmente a una plantilla que está con las constantes vitales a la altura de los tacos de las botas. Tener el éxito tan cerca y quedarse a las puertas no es un plato de buen gusto, pero una de las ventajas que ofrece ser campeón de Liga es que tienes una segunda oportunidad, y a eso es a lo que deben agarrarse los futbolistas del conjunto formenterense.
Encima, no tienen la presión de tener que subir por exigencias del guión, de la directiva, por lo que su objetivo debe centrarse en disfrutar del fútbol dejando a un lado cualquier circunstancia atenazadora que les impida rendir con soltura y totalmente despojados de nuevas cotas, porque la alcanzada con el título de Liga ya es un éxito sin precedentes en la isla.